—¿Qué pretendes ahora, Lucía? ¿Acaso quieres darme lecciones de cómo llevar un buen matrimonio? —preguntó Filipo—. Cuando es claro que ni siquiera tú has podido sostener el tuyo. Aunque claro, ahora ya sé los verdaderos motivos. Y sabes una cosa, estoy a favor de tu ex esposo. Lo dejaste en ridículo delante de cientos de miradas. No hablo solo de las cámaras de televisión que estuvieron presentes. En las redes existen más de un video donde hablan del mismo tema.
—¿Sabes una cosa?, debería sorprenderme. Sin embargo, no espero nada de ti, ni siquiera tu apoyo. Así que simplemente me haré de oídos sordos. Y con respecto a lo de Angie, pues olvídalo. No porque tú digas que la deje de ver lo haré. Le di mi palabra de ser su amiga y lo seré.
—A mi esposa no le conviene tener una amiga como tú.
