—No podía haberme regalado nada que me hubiera gustado más, señorito. Es muy difícil para mí decirle lo agradecida que le estoy. —Al parecer, mucha gente ha pensado en ti hoy, Nanny— dijo el Marqués, señalando los regalos que había sobre la mesa—. Nunca te lo he preguntado, pero, ¿tienes familiares que vivan todavía? —No muchos, Milord— suspiró Nanny—, tenía una hermana que murió hacía dos años, pero su hija Lucy, sí se ha acordado de mí Lucy está trabajando en Londres, ¿sabe? El Marqués pensó que el nombre le era familiar, y después, mientras Nanny hablaba de unos primos a los que no había visto en años, recordó que el nombre de la doncella de Esther, una mujer de aspecto muy agradable, se llamaba Lucy y, según le había dicho, era pariente de Nanny. Supo entonces, cómo se había entera