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–Debemos decirle, deberíamos decirle a Ana que, que tiene dones y que cada uno de estos dones pueden destruir el mundo, o hacer de este algo mejor, ¿porque siempre creemos que si lo sabe todo será solo destrucción? —pregunta la madre de Ana intentando convencerse a sí misma de que el mantenerla en la ignorancia es un error. –porque es lo que decía la carta que venía con ella, ¿lo olvidas? –le recuerda su esposo. –sabía desde un principio que tenerla con nosotros era un error, pero tú hiciste en quedarte y ahora tenemos que lidiar con ello, y con la responsabilidad de cuidar un aniquilador mundial. –No hables así, es nuestra hija, la hemos criado desde bebé, hemos hecho de ella una buena persona, ¿porque no podemos confiar en ello para decirle la verdad?. –insiste al sentir que su esposo