Marcus no sabía cómo procesar toda esa información, decidió encerrarse en su alcoba en vez de cenar con los demás. Llegada las once de la noche, Olivia fue a verlo para saber qué ocurría, la dejó pasar y ella encontró la habitación hecha un desastre, con una botella de bourbon tirada y él en una esquina con los ojos rojos de tanto llorar por la frustración que sentía por todo lo que le había contado la niña. Ella le preguntó por lo ocurrido y él le comentó todo con lujo de detalles, Olivia lo ayudó a ir a la ducha para que tomara un baño y despejara la mente, a regañadientes éste le obedeció y al salir vio que Olivia había recogido algunas cosas mientras esperaba por él. -No tenías que hacer esto- -Lo sé, pero no soporto ver desorden y bien lo sabes, siéntate y come un poco, lo necesita