Ragnar Cuando terminamos, me sentía en el paraíso al estar en sus brazos, sin duda alguna Nicolay tenía una fiereza que había activado todo en mí, por primera vez me entregué a alguien y sentí el placer y la plenitud en todo su esplendor. Él acariciaba mi cabello con mucha delicadeza y las palabras sobraban en ese momento, levanté mi rostro y él me regalo una sonrisa muy sincera, me miraba como si fuese su todo, sentí su mano pasearse por mi rostro con delicadeza y algo en la combinación de todo eso me hizo sonreír un poco. No sé el motivo, pero me sentía muy bien, nadie me había hecho sonreír de esa forma aparte de Oz, dejé un beso en su mano y me acomodé nuevamente en su pecho, era relajante y quise dormir entre sus brazos olvidándome de todo. Pero lo bueno nunca puede durar y unos