58.Voy a esperarte pimpollo, porque vales la pena
Giusseppe
Si la gente que me conoce, me viera en este momento, sería el hazmerreír de todos. Estoy parado desde hace una hora unos metros afuera de la casa de la chica que me gusta. Por más que intenté retrasar el momento de venir buscarla, simplemente no pude. Mi mente me jugaba malas pasadas, imaginando mil situaciones donde podía ocurrir algo que me retrasara.
La alarma de mi teléfono me indica que es hora de ir a tocar su puerta. Conduzco el coche hasta la entrada de su casa y respiro profundo. Tomo el pequeño ramo de flores que traje y bajo del auto. Mientras espero, me seco las palmas de las manos. Escucho el sonido de la chapa de la puerta y cuando se abre, una visión en verde y rojo aparece frente a mí. No sé si es un
