41. A la mala
Amelia
Decidí que ya era hora de marcharme. No puedo dejar que todos se hagan ilusiones de que volveremos a ser una familia. Creo que mis hijos ya lo tienen más claro que su padre, quien de pronto se comporta como si aún fuera mi esposo. ¡Supérame Juan Luis!
Subo a mi auto y manejo hasta la casa. Estoy cansada, pero tengo muchas cosas que hacer. Quiero avanzar un poco al trabajo con algunas ideas que tengo de algunos diseños que me llegaron como inspiración. También aprovecharé para buscar escuelas de idiomas. Mi viaje a Francia está a la vuelta de la esquina y yo sólo sé decir Oh lala y croissant.
No puedo negar que la tarde que pasamos todos juntos, me recordó a los paseos que solíamos dar antes de que JuanLu tomara más responsabilidades en su negocio y nos
