36.Cuenta regresiva Amelia —¡Buenos días Malu! ¿Puedo hablar con la señora? Te traje té verde del que tanto te gusta –Le entrego un vaso a una de las asistentes de mi jefa. En el primer día de mi nueva vida, por fin llegué temprano al trabajo, aunque llegué a comprar bebidas para mis compañeros. Los niños no batallaron para despertar y se alistaron pronto. Hoy me dí cuenta que se miran más maduros. Todavía hace un mes se comportaban como niños pequeños, pero han abandonado los gestos infantiles. Doy un suspiro. Y aún falta más. Mi viaje y la ausencia de su padre. No quiero imaginar como voy a encontrarlos cuando regrese a verlos, o cuando ellos me alcancen en Francia. —Buenos días Amy, muchas gracias, siempre eres muy atenta con todos. Pasa, de hecho la señora pidió que en