Cuidad de Seattle, un mes después... —¿Qué te parece la cuidad Leah? —pregunta Derek, una vez instalados en su lujosa mansión. —Aún sigo muy mareada por el avión—musita Leah y Derek de inmediato se ríe de ella. —Ja, ja, ja, me reí mucho de tu cara, al subirte en él. —Vi que tienen algunas ramplas adicionales, ¿Lo mandaste a construir especialmente para ti? —Sí querida, ahora soy un sujeto distinto y tengo que, adaptar ciertos espacios para mí movilidad—explica Derek. —Derek no te has puesto a pensar, en esas personas con tu misma condición y que, no tengan ni un centavo, seguramente sus vidas no son tan simples con la tuya—se emociona enseguida la apacible Leah. —¿Por qué crees que hice la fundación?, fue con la intención de ayudarlos, también doy charlas motivacionales, no es nada