Vicenzo Ya casi va a ser un mes desde que le envié la carta a Marcela, y todavía no he recibido respuesta alguna, y tampoco he tenido tiempo para pasarme por el palacio de justicia de “acecharla”. Yo por supuesto que sabía al momento de escribir la carta que me estaba arriesgando al ser muy sincero con ella, y es que no me guardé nada. Le confesé que yo había sido el jefe de sicarios de la mafia de mi padre. Por supuesto que ninguna mujer en su sano juicio querría estar conmigo tras decirle algo así; las únicas que querrían estar conmigo serían mujeres muy necesitadas de dinero, o mujeres que al igual que yo también cometieron crímenes. Marcela no estaba en ninguno de esos dos escenarios. Ella es una mujer independiente, y puesto que es abogada no ha cometido crímenes. Bueno...no es ab