Vicenzo
Papá está en la cocina preparando pizza junto a Antonella y los gemelos. Antonella ha hecho todo un desastre con la harina, pero papá no le dice nada.
Yo estoy pensando en cómo rayos decirle que mi familia materna llegará en tres días, y mientras lo pienso, abro el chat en mi celular y le escribo a Marcela. Ella al fin se dignó en darme su número, así que me tomo la molestia de enviarle un mensaje para saludarla. Sé que los fines de semana ella duerme hasta el mediodía, por eso le escribo hasta ahora.
Mi corazón da un brinquito cuando ella me responde al saludo con un “buona serata” seguido de varios emojis. Oh. Se ha tomado la molestia de usar el traductor conmigo para saber cómo se dice “buenas tardes” en italiano.
Y como me idioticé tanto tan solo con ese mensaje, no me
