LITA
Caminamos tomados de la mano, observando el ahora desolado panorama de las calles, el olor a sangre ha mermado mucho, pero aún es perceptible por algunas zonas. Los cuerpos han sido recogidos de las calles y se que han sido llevados a un área grande para tratar de identificarlos.
La sola idea de pensar en tantos muertos, en las familias destruidas y en que los atacantes pertenecieran a mi otro mundo, es algo que toca de forma especial mi alma. Los atacantes son personas inocentes que no tienen idea de que les pasa o lo que son ahora, no saben el motivo por el cual cometieron esas atrocidades, pero aun así, deben ser juzgados por sus crímenes.
Dean me explica que así sean absueltos como víctimas, tampoco pueden quedar libres por ahí, pues sin entrenamientos siguen siendo un peligro
