CATALINA
Todo inicia el día de la apertura del local, un olor que nunca hubiera imaginado llega a mí, el olor a dulce ahumado ¿Cómo es posible que ese olor exista? No tengo idea y aun así, puedo jurar que a eso huele. Siento como mis pupilas se dilatan y mis rodillas flaquean a medida que lo veo acercarse. Su paso es confiado y aunque ya está muy cerca, no parece haberme notado, creo que no es un lobo, no estoy segura.
—¿Quiere una muestra gratis? —trato de llamar su atención y detallarlo mejor —estamos en la inauguración de nuestro local —esbozo una sonrisa para tapar mi nerviosismo.
Es un hombre alto, aunque no fornido, pero a mí me parece completamente apetecible pese a tener un rostro de apariencia muy femenina, mi loba mira un momento a través de mis ojos y no necesita más para d
