EMILY
El lugar en el que nos encontrábamos era oscuro, frío y poco ventilado, combinando de alguna manera con mi estado de ánimo. No me importa dónde estoy, después de todo lo vivido, eso es algo sin importancia, la sangre en mis manos es algo que no creo poder lavar, ahora que soy una especie de monstruo.
Mis pensamientos viajan recordando el último mes de mi vida y una lágrima cruza mi rostro al pensar en como cambió todo, pasé de ser una mujer exitosa, comprometida y enamorada a ser solo una sombra que ni siquiera sabe si su prometido y su mejor amiga están con vida.
Ese era el rumbo de mis pensamientos cuando aquel delicioso olor llegó a mí. Era la segunda vez que lo detectaba, aunque no tenía idea de qué era, pero sentí que mi sangre bombeó más rápido y mis colmillos picaban de for
