GAMMA TRISTÁN Esta horrible noche por fin llega a su fin, el peligro ha sido neutralizado y mi conciencia me dice que he hecho todo lo que puedo en el campo de batalla, aun así, decido apoyar a uno de los equipos que se encargan de levantar los cuerpos de las calles. No es posible para mi lobo y para mi descansar y permitir que un cachorro se asome a una ventana y vea tan terrible imagen, al menos no los cachorros de mi zona. Una vez que se llevan los cuerpos, tomo mis utensilios de aseo y al igual que lo hace un representante de cada casa, lavo con abundante jabón y desinfectante el frente y la calle. Poco a poco el olor a sangre es reemplazado por el de la lejía y eso para todos es una mejora. Estoy parado observando el panorama de la calle, cuando dos vecinos me saludan amablem