CASSANDRA La ira que muestra su mirada es secundada por el sonido seco que genera su palma contra mi rostro. —Padre, yo... —trato de hablar pero soy interrumpida por su voz. —Ingrata, te alimenté, te cuidé y no haz hecho nada por la familia y menos por tu clan, esta es la forma en que vas a retribuir, la única forma en que puedes contribuir —sus dientes apretados impiden que aumente el volumen de su voz, aun así, suena intimidante a mis oídos —te vas a casar con Gabriel y con tu unión se fortalecerán los clanes. No se me había ocurrido que él pensara en mí como un objeto negociable, así que la sensación de traición que se anida en mi pecho es mucha y ahora que lo pienso no sé porqué, al fin de cuentas, crecí sin su atención. Puede que el Líder Gabriel sea un buen hombre y esposo, eso