NADIR Llevo casi ocho días prácticamente sin salir. Aunque me aseguré de que nadie pueda reconocerme, siempre existe la posibilidad de cruzarme con alguien cuya habilidad esté por encima de la media y vea mi verdadera imagen. El único lugar en el que no alteré la percepción es la casa de la manada; habría sido tonto hacerlo, considerando el evidente poder de la bruja. Detesto estar encerrado; aun así, la presencia de Catalina ha sido un agradable distractor mientras baja el nivel de peligro. Conmigo, ella no necesita salir a trabajar, pero insiste en cumplir con sus obligaciones. Así que he dispuesto que alguien la cuide cuando no estoy cerca. Ayer, un sujeto se atrevió a palmear su firme trasero. Aunque el lobo que envié me informó que le dió una lección, no me parece suficiente, sobre