6

1228 Words
Después de aquel encuentro inesperado, Zack había pasado todo el resto del domingo compartiendo con su hermano, vieron películas y series, luego almorzaron fuera, pasearon y volvieron al departamento cansados para ir a dormir, Zack volvería al día siguiente temprano al campus, ¿se había divertido? Si, un poco, pero su mente no paraba de volver a ese hombre que después de desayunar se había encerrado en su habitación y no había vuelto a salir ¿seguía trabajando? ¿Acaso no comía? no salía con amigos? Ahora que Zack se encontraba solo, bajo la luz tenue de la lámpara en la mesa de noche de una de las habitaciones de invitados, intentando dormir, pero no podía hacerlo, rememoraba una y otra vez todo lo sucedido aquella mañana cuando había visto por primera vez al hombre más atractivo, sexy e inteligente que conociera, para él era como una ilusión; ver y leer sobre Taylor en la web, no era ni en sus sueños comparado a verlo personalmente, escuchar su voz, sentir su toque Ese hombre tenía manos toscas y fuertes, seguro producto de su juventud de arduo trabajo, pero eso no le quitaba la delicadeza que había sentido cuando lo tomo de las manos para verificar si estaba bien, fue solo un roce, pero Zack se había sentido en el cielo y… quería mas Ahora que lo había tenido frente a él, demasiado cerca como para poder ver su rostro sonrojado, y su hermosa sonrisa tímida, comprendía que quizá lo que sentía por Taylor Summer era más que un flechazo platónico y que quizá por eso sus tantas aventuras sexuales se habían sentido insuficientes, porque solo las estuvo comparando todo el tiempo con ese modelo, Taylor Summer era todo lo que Zack quería Un hombre mayor, maduro y bien plantado, inteligente y seguro de sí mismo, con la suficiente fuerza para soportar el torbellino físico y emocional que él era, que le pusiera esa mano dura y contención que él sabía que necesitaba, pero a la vez fuera ese modelo a seguir, esa figura para obedecer y a quien complacer, que fuera estricto con él, pero que también se desviviera por complacerlo y cuidarlo, quería que fuera su Daddy, quería ser su Baby Boy Se removió una vez más en la cama extraña, el reloj marcaba la una de la madrugada, tenía que levantarse temprano para volver al campus antes de su primera clase, pero ahora en lo único que podía pensar era en que no podía irse sin hacer nada, tenía que volverlo a ver, averiguar si tenía alguna oportunidad, había reconocido el deseo en su mirada y tenía que aprovechar eso, no podía dejar que se disipara, y pasaría muchos días hasta que el pudiera regresar y verlo de nuevo Su labio dolía de tanto chuparlo y morderlo, signo de que la ansiedad estaba a flor de piel, no podía evitar su fijación oral y no se le pasaría hasta que hiciera algo. Se levantó de la cama vistiendo solo ropa interior y empezó a caminar dentro de la habitación oscura de un lado a otro, sabía lo que quería hacer, pero temía que sus acciones repercutieran sobre su hermano Se paseó una vez más, antes de detenerse en la puerta de la habitación de invitados _ lo siento Christian, pero tengo que hacer esto_ susurro para si La vida le había enseñado a temprana edad que no puedes dejar pasar las oportunidades, que hay que vivir los momentos porque todo puede cambiar de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos, y no estaba desperdiciando la oportunidad de tener al Daddy de sus sueños por nada del mundo, ya después se las vería con su hermano cuando fuera necesario, con suerte tendría a su Daddy para que lo protegiera cuando eso sucediera Abrió la puerta de la habitación y camino por el pasillo que conducía desde las habitaciones de invitados, hasta la habitación principal, todo estaba en penumbras y en silencio, seguro todos dormían, se detuvo enfrente de aquella puerta que había golpeado más temprano y pensó si debía volver a hacerlo, miro que por debajo de la puerta no se filtraba ninguna luz, asi que Taylor debía estar dormido, con una mano temblorosa tomo la manija de la puerta, la giro lentamente y no tenía seguro Eureka! *-*-*-*-* Se había dormido más tarde de lo habitual esa noche, tenía bastante trabajo, siempre que Raymond King llegaba de visita a Kingdom le revolvía todo su trabajo y le complicaba todas las cosas, pero eso no había sido todo, se había retrasado, porque su mente viajaba por momentos a la imagen de ese chico, no sabía cómo, ni porque pero no había podido sacárselo de la cabeza durante todo el día, y poder escuchar su voz y su risa proveniente desde la sala de estar no había ayudado nada, estaba cansado y sabía que ese lunes sería un día difícil tratando de poner todo nuevamente en orden, asi que apago su laptop personal y se fue a la cama No supo cuánto tiempo había pasado, pero debió haberse quedado profundamente dormido, porque en sus sueños, su mente nuevamente viajo hasta aquel chico de labios abultado y rojos, que solía lamer y mordisquear con más frecuencia de la que era consiente empezó a sentir como esa lengua que antes había saboreado su propio labio, ahora recorría con parsimonia la longitud de su fuerte erección, para luego cuando llego a la cabeza goteante de su polla, deleitarse en ella recorriéndola en círculos lentos y torturadores, y saboreando sin asco alguno su pre semen, su boca se abrió, amplia y lo sufrientemente espaciosa para engullirla hasta la raíz, haciendo golpear la cabeza con su garganta, su espalda se arqueo y no pudo evitar que se le escapara un gruñido de placer se sentía bien, esa boca experta subía y bajaba su longitud a diferentes ritmos e intensidades, provocando que sus caderas embistieran y su cuerpo se contoneara, su mano se dirigió hacia esa suave y abundante cabellera rizada y tomándola en un puño se aferró a ella para tener mejor acceso y tomar el control embistió fuerte una vez, y un cosquilleo se formó en su abdomen bajo, una segunda embestida apretó sus bolas, era una sensación nueva, totalmente extraña para él, pero sabía que era lo que seguía y no podía detenerse, no ahora, no quería hacerlo, quería esto, lo necesitaba, su mente, su cuerpo se lo pedían a gritos; una embestida, solo una más y lo conseguiría, su puño se apretó en ese hermoso cabello, y su cadera golpeo intensamente una vez más para asi llegar por primera vez a la cúspide del clímax, explotando en chorros fuertes de semen en el interior de esa boca perversa e inocente, y gritando el nombre de ese hermoso niño nunca había experimentado un orgasmo y por lo menos había podido hacerlo esa noche, aunque fuera solamente en sueños, su cuerpo se desvaneció totalmente relajado como si se hubiese quitado de encima un peso de años, la mano en la que sostenía un puñado de cabello se soltó lentamente y respirando de forma errática, su boca esbozaba una sonrisa de júbilo sintiéndose en el cielo, solo para caer de un solo golpe al infierno cuando sus ojos se abrieron para comprobar que no había sido un sueño
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD