( ? Mi dolor...Marían ? )

1616 Words
Bello cuento de reflexión El cuento de la tristeza La Tristeza triste. Érase una vez una pequeña mujer, que venía caminando por un sendero polvoriento. Aunque ya era bastante vieja, su caminar era ligero y su sonrisa irradiaba el fresco resplandor de una niña despreocupada. Se detuvo ante una figura encogida y miró hacia abajo. No distinguía gran cosa. El ser, que estaba sentado en el polvoriento camino, parecía no tener cuerpo. Recordaba, más bien, a una vieja manta de franela gris con contornos humanos. La pequeña mujer se agachó un poco y preguntó: —¿Quién eres? Dos ojos cansados y casi sin vida alzaron la vista. —¿Yo? Soy la Tristeza —susurró la voz vacilante y tan silenciosa que apenas se escuchaba. —¡Ah!, la Tristeza —respondió la mujer con alegría, como si se hubiera encontrado con una vieja conocida. —¿Me conoces? —preguntó la Tristeza desconfiada. —¡Claro que te conozco! Me has acompañado muchas veces a lo largo del camino. —Sí, pero… —receló la Tristeza— ¿por qué no huyes de mí? ¿Es que no tienes miedo? —¿Por qué debería huir de ti? Tú sabes muy bien cómo alcanzar a todo aquel que intenta huir de ti. Pero, déjame preguntarte una cosa: ¿Por qué pareces tan descorazonada? —Yo,… estoy triste —respondió la figura gris con voz quebradiza. La pequeña anciana se sentó a su lado. —Así que estás triste —dijo asintiendo compasiva con la cabeza—. ¿Por qué no me cuentas lo que te preocupa? La Tristeza suspiró profundamente. ¿De verdad alguien iba a querer escucharla esta vez? Cuántas veces había deseado que así fuera. —Pues, verás, —comenzó titubeante a la vez que sorprendida— es que nadie me quiere. Es mi destino mezclarme entre la gente y quedarme con ellos durante cierto tiempo. Pero, cuando me acerco a ellos, se asustan. Me tienen miedo y me evitan como la peste. La Tristeza tragó saliva con dificultad. —Se inventan frases para intentar que me aleje de ellos. Dicen: ¡Tonterías!, la vida es alegre. Y su risa falsa les causa calambres en el estómago y dificultades para respirar. Dicen: lo que te hace sufrir te hará más fuerte. Y entonces se sienten angustiados. Dicen: solo tienes que resignarte. Y entonces sienten cómo se tensan sus hombros y su espalda. Dicen: solo los débiles lloran. Y las lágrimas contenidas casi hacen estallar sus cabezas. O se anestesian con alcohol y drogas para no tener que sentirme. —¡Oh, sí! —afirmó la anciana— me he encontrado con este tipo de personas muchas veces. La Tristeza se encogió un poco más. —Pero si lo único que quiero es ayudarles. Cuando estoy muy cerca de ellos, pueden encontrarse a sí mismos. Les ayudo a construirse un nido en el que cuidar de sus heridas. Aquellos que están tristes, son especialmente sensibles. Algunas penas vuelven a abrirse como una herida mal curada y eso duele mucho. Solo aquellos que aceptan la aflicción y se desahogan llorando pueden curar realmente sus heridas. Pero las personas no desean mi ayuda. En lugar de eso, disimulan sus cicatrices con una sonrisa deslumbrante. O se envuelven con una gruesa coraza de amargura. La Tristeza se calló. Al principio su llanto era débil, después más fuerte y finalmente desesperado.Foto tristeza esperanza 2 La pequeña anciana tomó a la criatura encogida entre sus brazos. Qué suave y mullida se siente, pensó mientras acariciaba con ternura el bulto tembloroso. —Llora, Tristeza —susurraba cariñosamente— descansa para que puedas recuperar las fuerzas. A partir de ahora ya no caminarás sola. Te acompañaré para que el desaliento no se haga más fuerte. La Tristeza dejó de llorar. Se enderezó y miró asombrada a su nueva compañera. —Pero… ¿Y tú quién eres? —¿Yo? —respondió la pequeña anciana risueña que empezó de nuevo a sonreír como una niña pequeña y despreocupada—. Yo soy la esperanza. felicidades al creador de tan hermosas letras Lo ley por hay.. *** Esta madrugada la lluvia cada mes más fuerte, la fría brisa Rosa mi cuerpo y el corazón Me arde. inmediatamente mi alma se acuerda de ti, mi amiga hermana, la otra parte de mi ha muerto. Pasó noches Sin dormir, días sin sentirme despierta. mis temores han crecido al tener a Zafiro, me siento insegura de mí misma. cuando él llega me toca fingir que estoy mejorando, solo para apaciguar un poco sus preocupaciones, a pesar de querer ocultarlas. Las veo, la lluvia golpea la ventana con fuerza y muchos recuerdos de ti llegan a mí y mi corazón duele a tal punto que tengo que apretar mi pecho. _ Me duele Luz, mi corazón no aguanta porque no me cabe en el pecho el deseo de que vuelvas. Dije al llorar, sentada frente a la ventana, en la mesa del té donde pasó mi mayor tiempo, enterrada en algún libro, pasando mi duelo a punto de muerte. Muchas personas no comprenderán el amor que llegué a sentir por aquella mujer que más que mi amiga era mi hermana, y como ella, no hay dos, por lo menos no para mí. Las navidades Ahora son duras para mí, ella no está, la alegría se fue. mi consejera sin consejo, nadie me conocía mejor que ella, conoce cada secreto, cada causa de mis depresiones o ataques de pánico Al haber sido abusada de cierta forma por mi vecino de diecisiete años, al yo solo tener ocho, pero con un padre que siembra terror en casa, es mejor callar, solo leer para viajar a otras vidas y olvidar la mía. Pero al irme de mi pueblo conocí esta linda persona que se convirtió en parte de mí y de mi vida. Veinte años de amistad, o mejor dicho, veinte años de amor, de hermanas. Cómo podría recuperarme de eso? Camino sobre el piso frío, escuchando cada relámpago, trueno y repiqueteo de la lluvia. Por un momento me acercó a la ventana, la abro un poco para que la lluvia borre las lágrimas de esta noche, pero de pronto escucho su voz. _ Princesa: Qué haces Un pequeño sobresalto hace entrar mi cabeza de nuevo y cerrar la ventana. _ Hola, no quería molestarte, Lo siento, tengo un día gris y la lluvia no ayuda Dije conteniendo el llanto _ Tranquila mi China, No pidas perdón. No sé cómo te sientes, pero te puedo decir que me duele verte así. Vamos a la cama, Son las tres de la mañana, hay frío, necesito tu calor. Lo seguí tranquila, sin decir una sola palabra. Los relámpagos se adueñaron de la noche, sus estruendos y resplandores me hicieron sentir que Dios sufría mi tristeza, o tal vez esta es mi manera de ser, solo una simple humana que no sabe manejar el dolor o pérdida. Nos acomodamos en la cama como muchas noches de mis extraños episodios de dolor, pero cuando sentía su mirada, el calor de su abrazo, sentía que Luz me lo había dejado a él para que apaciguara un poco lo que sentía. Él me hacía sentir amada, deseada, comprendida, siempre quería complacerme en todo lo que pidiera. Lo amo, su dinero no me importa, yo he trabajado mucho por el mío propio, lo que más valoraba era el amor que me daba. Después de unos minutos de besos en silencio, mis lágrimas pararon. Él notificó _ Cambiaré tu médico, visitaré cada consulta para entender qué pasa contigo, amor. No soporto verte escabullir a llorar en la oscuridad sola, porque siempre lo haces. Quiero estar contigo, cuidarte. Eres mía. Marian. Por qué no me contaste sobre el ataque de pánico de ayer? No debes conducir así. Yo sé que quieres trabajar, distraer tu mente, pero algo en esa hermosa cabecita no está bien ahora. pero lo combatiremos juntos. Susurro cada palabra mirando el techo con la mirada perdida. Tal vez yo lo deprimía, Así que decidí decirle algo que rondaba en mi cabeza por días. _ Zuriel: si tú llegas a sentir que no puedes continuar, lo entenderé. Sé que soy algo extraña o difícil, quisiera controlarlo pero no puedo. No sé cómo explicártelo o cómo decirte que a veces me siento como un jarrón. ese jarrón por días está vacío, podría decir que no siento nada, ni siquiera la pinchadura de una aguja, Pero hay otros días que ese mismo jarrón está tan lleno que mis emociones enloquecen, me hacen sentir que estoy enferma. Muchas veces creo tener una enfermedad en el alma, ya que el dolor es incontenible. Tengo cambios de humor como podrás ver, de frágil a fuerte. es como dos Marian luchando dentro de mí, una pisando la otra, una guerra constante. No sé cómo más explicarte lo que sufro o porque lo sufro, pero desde que el Luzmar murió, el sufrimiento creció tanto que la Marian fuerte está asustada. Ladera Después de escuchar mis palabras, con cuidado trepó mi cuerpo, beso mis labios, pude ver que dos lágrimas salen de él, para seguidamente responder. _ Extraña y difícil es la definición, pues es lo que amo. Me importa una mierda Si crees estar loca o enferma, pero nunca, óyeme bien, nunca me dejarás así tenga que atarte a esta cama. Tú y Zafiro son todo para mí. Te amo Marían y estoy seguro que tú a mí es lo único que me importa. Sellamos la conversación con besos, caricias y el mejor sexo que se le puede brindar a una mujer bajo el sonido de la lluvia y la fría madrugada.
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