GWEN. Esa tarde pasó como todas las otras, era una rutina de la que estaba harta, pero a la que me había acostumbrado también. Aunque lo cierto era que los últimos días había sentido que algo diferente estaba pasando en mi vida, una dosis de algo inesperado; seguía teniendo una infinidad de problemas y responsabilidades, sin embargo, había momentos, pequeños momentos, que disfrutaba sin darme cuenta. Varias horas pasaron hasta mi hora de salida de la cafetería, estaba acomodando mis cosas para irme al hospital y recoger a Cody cuando alguien llamó mi nombre detrás del mostrador. — ¿Gwen? Giré esperando encontrarme algún cliente antiguo, en cambio, encontré a los hermanos de Asher, Logan y Camille. Ambos lucían preocupados, ella incluso tenía los ojos hinchados de tanto llorar y llevaba