Se halla Inmaculada en casa, está muy entretenida en la cocina. Internamente extraña el convento y a sus compañeras. Enseguida llega su hermano y le dice: —¿Qué es eso que huele tan delicioso? —Es lasaña, la estoy preparando igual que nuestra madre. —¡Qué rico! ¿Cómo te sientes fuera del convento? —Algo extraña, pero también estoy feliz por estar contigo hermano. Aunque espero, volver pronto para iniciar mis votos. —¿No crees que esto que te pasó fue una señal Inmaculada? —¿No te entiendo? —Para que dejes ese mundo religioso y hagas tu vida de manera convencional. —Alan ya lo hemos hablado hasta el cansancio, quiero ser religiosa. De inmediato tocan la puerta y es Bryan, quien los visita. Por lo visto, se interesó mucho en Inmaculada. —Hola amigo, ven pasa. Llegaste justo a tiemp