El tiempo pasó volando, ya ha amanecido y Helen se encuentra muy perturbada, con lo que la aqueja, como era de esperarse, sus padres quienes son bien ortodoxos y conservadores. Le dieron la espalda y la echaron a la calle. Se halla con Inmaculada en casa, muy afligida. Sin saber qué hacer con su vida. —Tranquila Helen, que Sofía me dijo que iba a resolver. Te juro, que cuando vea a Mark, lo voy a reprender. —Mark es un cobarde, te doy permiso para que acabes con él—imprime Helen con desconsuelo. —Todo estará bien, tus padres son unos desalmados. —Yo te lo había advertido Inmaculada. No exageraba cuando te dije, que pertenecían a la santa inquisición. —Te quedaste corta, esperemos que con el tiempo reflexionen, tú eres su única hija. —Ya no tengo familia Inmaculada, solo mi hijo. —¿Y