Al día siguiente, le dan los resultados de la prueba, que se realizó Helen y efectivamente la joven está embarazada de Mark, sería el primer nieto para Gianna. Helen rompe en seguida en llanto, sintiendo que la tristeza se apodera de ella. —Ay por Dios Inmaculada, mis papás me van a matar, estoy perdida—llora Helen desconsoladamente. —Tranquilízate que todo estará bien. —Mark sigue sin contestar. —Olvídate de ese Mark, resolveremos nosotras solas. Cuando lo vea lo voy a matar. —¡Inmaculada! —Lo siento Helen, Dios perdóname. Ya ni se lo que digo. Salen del consultorio del doctor, que está justo dentro de la fundación. Ángel llegaba para visitarla, con la excusa de llevarle regalos a los niños. Percibe el llanto de Helen y se le acerca: —¿Qué le pasa a tu amiga? —Esta así, por culpa