Amanece y la bella Inmaculada, se halla quieta en la ventana mirando la fría mañana neoyorquina. Tiene tantas interrogantes azotado su cabeza y no puede dar respuesta a ninguna. Ahora que le dio su palabra a Ángel y aceptó casarse con él, le aterroriza qué pensarán Sofía y su hermano Alan, a quien le ha insistido tanto con el tema de retornar al convento, que le resulta contradictorio justamente ahora decirle que se casará y con Ángel Greco, el millonario hijo de su amiga Sofía, que realmente es el mafioso apodado, el diantre. Coloca sus manos en su cabeza, con preocupación al no saber cómo actuar. Inesperadamente suena el timbre de la casa y Alan abre la puerta. Es Ángel Greco, que fue hablar personalmente con él para pedir la mano de Inmaculada, por unos segundos ambos se miran con rec