El camino hacia el trabajo fue algo incómodo, sobre todo por las miradas fijas y curiosas de mi mejor amigo y su esposa.
Parecía que me había salido un cuerno o algo así. ¿Por qué diantres me miraban tanto? Bueno, seguramente era por mi trato con Alanys, en verdad nunca me había visto tan cursi con alguien y en cierta forma, me hacía sentir algo avergonzado.
Sin embargo, con mi pelirroja no podía evitarlo… bien, había pensado en ella como mía, pero eso tampoco lo podía evitar.
Incluso mis besos con Leilah eran formales, estoicos… excepto cuando estábamos a solas y quería acostarme con ella, pero ese era otro punto. Además, ¿qué hacía pensando en ella, comparando mi manera diferente de tratar a Alanys?
No se parecían en nada, la verdad, Alanys era testaruda, orgullosa, rebelde y aunque
