1. Manos asesinas- primera parte
SIENTO QUE AHORA
SOY YO.
ERA UN ALMA PERDIDA,
QUE EN MIS MANOS SE TE FUE LA
VIDA.
-Tengo miedo mami, ¿Por qué papi está así?, no quiero que te lastime, ya no- dijo llorando mi hija.
las palabras que mi pequeña me dijo me hirieron profundamente, desde hace 5 años el calvario comenzó, se ha vuelto insoportable cada día que pasa, el soportar a Frank cada vez que viene mareado, sus insultos que me denigra como mujer y esposa que soy de el, me obliga a tener relaciones y como si no bastara también soportar las golpizas que me propina a su placer.
¡Lágrimas… lágrimas de sangre caen de mis ojos, ya no puedo más! ya no, me iré de aquí junto con mi hija lejos donde nadie me conozca, pero antes tengo que planearlo bien.
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son las 6 am y espero que Frank se valla a trabajar y poder llamar a Dayana
-Dayana necesito de tu ayuda- le digo al borde de las lágrimas.
- ¿Qué paso? —suspiro— mierda, no me digas, ese hijo de puta de nuevo te hizo daño. —no sonaba como pregunta, ella siempre lo supo y a pesar que nunca le conté nada sobre los maltratos al que soy sometida, ella me brindaba su ayuda.
- s... si, ya no aguanto más, por favor ven rápido.
-está bien, en 10 minutos llego Bridgieth- cuelga
me limpio las lágrimas, me lavo la cara y visto a mi hija que acaba de cumplir 6, arreglo la casa rápido mientras espero a Dayana, pasan los minutos y suena el timbre de la puerta.
- mierda, ¡pero mira cómo te dejo! …ese hijo de puta, malparido- me lo dijo ni bien abrí la puerta con amargura y frustración a la vez, mientras me tocaba la cara y mis brazos.
-pasa Dayana, no quiero que me vean así los vecinos- ella pasa y sierro la puerta.
-hasta cuando Bridgieth, vente conmigo, no te faltara nada y ese idiota no te podrá encontrar conmigo- voltee y le miro a los ojos resignada.
-acepto Dayana, pero necesito arreglar unas cosas, antes de irme contigo—caminamos juntas hacia la sala y nos sentamos.
- mañana a las 5pm sale nuestro vuelo para Canadá, tengo tres pasajes con otros nombres, tú ya no tendrás la identidad que tienes, tampoco tu hija.
-está bien, pero necesito que te lleves a Fei para tu casa.
- pero ¿Qué pasara si el idiota de Frank se da cuenta que la niña no está?
- no te preocupes, a él no le interesa nuestra hija, en todo este tiempo yo he criado sola a mi hija, es como si el no existiera. Dayana hasta Fei le tiene miedo, me destrozo lo que me dijo ayer, antes que Frank comenzara hacerme daño de nuevo.
- Bridgieth yo te he brindado mi apoyo, ¿Por qué esperaste todo esto?, tu eres mi mejor amiga, no, eres como mi hermana y me duele verte así.
Lloro por a ver sido tonta, me duele la cara y el cuerpo, estoy cansada, es verdad lo que me dijo Dayana, e soportado 5 años de maltrato, y ya no quiero lastimar a mi hija y a mí.
Dayana se para y se dirige hacia la habitación de Fei
-hola princesa- veo que mi hija le da una sonrisa, al mismo tiempo que salta de su cama, a los brazos de Dayana
-tiaaaaa- grita mi pequeña.
- ¿Cómo está mi hermosa princesa?
-bien tía- la abrasa y le da un beso.
-mira lo que te traje.
-chocolate...
-si princesa, te las daré con una condición- Fei mira a Dayana y luego a mi esperando paciente a que siga hablando – el cual es, que te vengas conmigo a mi casa, para que duermas hoy conmigo, ¿Qué dices hermosa?
mi pequeña me mira y yo asiento con la cabeza, para darle permiso
-si tía...- dice alegre
-entonces pequeña, alistemos tus cosas.
saqué dos maletines y comencé a empacar las cosas junto con Dayana. En nuestras maletas iban solo lo principal
*poleras, vestidos, pantalones, ropas interiores, medias, un par de zapatos y zapatillas.
Al momento de terminar de empacar las cosas llamamos a un taxi para que pudieran venir a recoger a Dayana y a mi hija junto con las cosas, rezo mentalmente y solo espero que el tiempo pase rápido, para que este calvario termine de una buena vez por todas.