Capítulo 5
1130 Words
Catherine pov
Ya está acabando de desayunar y toda la comida que pidió ya está lista para llevar así que me acerco a la mesa a dejársela y retirar sus platos.
-¿Eso sería todo? - le digo lo suficientemente alto para que escuché mi jefa que solo estoy hablando laboralmente con él.
-No, me hace falta tu respuesta.
-Si mañana viene le daré mi respuesta, pero yo no sé usted cómo se llama.
-Mi nombre es Aedus Van Ewen y claro que vendré mañana, espero tu respuesta.
Asiento y entrego su ticket, lo ve y enseguida saca un billete del triple de cantidad que es la cuenta.
-Ahora le traigo su cambio.
-El cambio es de tu propina- se levanta antes de que le diga algo.
Abre la bolsa con la comida que le dejé en la mesa y saca la caja donde puse las crepas.
-Y esto es tuyo, tal vez mañana me digas cuál es tu favorito.
-Yo no puedo aceptar esto.
-La comida ya te la pagué y puedo darla a quien yo quiera, aparte la propina es por tu trabajo. No te estoy regalando nada y no me debes nada.
Empieza a caminar hasta la salida y voltea para despedirse de las tres personas únicas que estamos en servicio.
-Hasta luego.
Corro por toda la facultad sin distraerme.
Con todo lo que pasó ni siquiera me fijé en la hora, se me hará tarde para llegar a la clase, todo por el camión que no pude alcanzar.
Espero que me deje entrar, no quiero perder una clase más.
Me siento bastante aliviada al ver que no ha llegado la maestra, pero de hecho viene Cody corriendo como yo.
-Por tu expresión veo que no ha llegado la maestra- dice tranquilo.
-No, es extraño, siempre viene temprano.
De pronto escuchamos a lo lejos que avisan que no hay clases porque la maestra enfermó. Siempre es lo mismo, a nosotros no nos dicen nada, solo los imbéciles de mis compañeros se comunican con sus amigos.
-Creo que podremos comer, yo te invito- me dice Cody cargando mi mochila mientras nos dirigimos a la salida.
-No, yo te invito, traje crepas que hice- es la verdad, pero sin detalles.
-Deben estar riquísimas, eres buena en la cocina mi amor.
-Gracias, que amable.
Por cada bocado que come me siento culpable, no le dije que estás crepas fueron pagadas por Don sexy, aunque no que enterarse, pues no tiene es nada malo.
-Me encanta todo lo que cocinas, eres perfecta.
-Gracias, me alegro que te gustarán.
-¿Sabes algo? Desde hace días me he puesto a pensar que jamás pensé sentir esto por nadie, me haces muy feliz, no sabes cuánto.
-Tú me has ayudado demasiado- digo agradecida, pues él todo el tiempo le ha ayudado a mi papá ya mí.
-Una vez que acabemos la carrera hay que trabajar, quiero que ahorremos para una casa y nos casemos.- me dice feliz tomando mi mano- quiero hacer una vida a tu lado.
No sé qué responder, no llevamos tanto tiempo.
-Sería muy bonito- le digo tranquila
¿De verdad lo sería? Realmente no sé, pues tampoco estoy segura de quererme casar o tener hijos.
-Ya lo pensé y quiero tener mínimo tres hijos contigo, Catherine.
Me estoy mareando, que intenso.
-¿Por qué tantos? - digo con curiosidad, no se me ocurre otra respuesta.
-Porque no saldremos de la cama, teniéndote viviendo conmigo voy a querer hacer el amor contigo todo el día, tal vez no salgamos de la cama por semanas- ¿Realmente quiero eso? No me quiero comprometer, aparte que yo cuando tengo sexo con él no lo disfruto de la misma forma en la que él parece hacerlo.
-Sería mucha contaminación traer tanto niño al mundo-¿Solo eso se me ocurrió?
Él se ríe bastante divertido.
-Eres tan graciosa, inteligente, hermosa y muchas virtudes más- besa mis labios- ¿Ves por qué te amo?
Asiento y trato de asimilar todo lo que dijo, tal vez debo terminar esta relación ya, él quiere casarse conmigo y yo no sé si quiero hacerlo, sobre todo con él.
Pero no sería justo, porque él siempre me ayuda, hasta a mí familia, entonces sería una mal agradecida.
Aunque tampoco lo amas... ¿O sí?
Si no lo amara, no estaría pensando esto, tal vez solo no soy de reaccionar rápido, entonces no debo terminar con él.
-Te noto distante, ¿Pasa algo amor?
-Solo me puse a pensar en lo que dijiste, no creo estar preparada para hablar de eso.
-¿No te quieres casar conmigo algún día?
Hay un gran silencio y suspira triste, entonces se me ocurre decir algo.
-No es exactamente eso, es que desde lo que me contaste lo que pasó no puedo evitar que duela.
Tan solo recordar "eso" hace que tenga ganas de vomitar.
-Te confesé lo que pasó porque no quería esconder nada antes de ser tu novio, veo que me sigues condenando por eso- contesta ya bastante ofendido.
-Me hirió demasiado saber que esas chicas del salón se burlan de mí porque tan solo semanas antes de que me confesaras que te gusto, te acostaste con una de ellas.
Nuevamente hay un silencio muy largo entonces continúo.
-Y después en esa fiesta tuviste sexo con otra chica. Creí que nosotros ya estábamos en algo.
-Pero aún no eras mi novia, así que no deberías estar enojada.
-Pero ya hablábamos en otro sentido... Ya sabías mis sentimientos y yo los tuyos.
-Tenía miedo de que no llegáramos a nada, te me hacías inalcanzable.
-Yo fui clara.
-Eso pasó antes de nuestra relación, nunca te he sido infiel.
-No estoy diciendo eso, estoy diciendo que el inicio de nuestra relación fue difícil.
-Pero tú me perdonaste, sino me habrías rechazado.
Suspiro cansada.
-Me iré a mi casa, no me acompañes, quiero estar sola.
El camino regreso a casa es difícil, pues pensó en muchas cosas, me planteo una y otra vez la razón para estar con él, Cody es un buen muchacho pero probablemente no debe ser una relación duradera.
Pero no me ha hecho nada, simplemente no me siento tan enamorada de él como de... Debo olvidar a ese hombre. Lo conocí en una fiesta y jamás hizo nada por mí, quería que todo lo hiciera yo ya mí me gusta que muestren interés, pero Cody si lo demuestra.
Por cada minuto que pasa me estreso más, pero debo llegar a casa bien, mi padre no debe preocuparse por más motivos.
Al ver la puerta de mi casa me tranquilizo pues podré dormir y hablar con mi padre para distraerme.
Aunque no tanto, debo tomar una decisión importante, pues ¿Debo confiar en el hombre de la cafetería?
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