Spank me harder, daddy

Capítulo 1

Catherine Pov

Las mañanas en la cafetería son muy cansadas, pero no es cómo que me quedé otra opción, tengo que ayudar a mi padre con los gastos de la casa.

Desde que mamá murió, mi padre se puso a trabajar. Antes, mamá era quien trabajaba y ganaba demasiado bien, pero ahora sin ella y con una casa que no hemos terminado de pagar, es un problema.

Casi todo mi día está ocupado, pues por las tardes voy a la universidad.

Mi madre quería verme entrar a esa universidad, de hecho todavía se enteró de que quedé, pero unos días después ella murió en un accidente aéreo. El avión en el que viajaba por negocios se desplomó, aún no puedo creerlo.

A sus apenas tres meses de fallecida he sentido que no puedo más, toda la vida de mi familia cambió, mi padre se estresa trabajando, él es un hombre hogareño, así que aunque quien me crío fue el, extraño también a mí madre, verlos felices juntos... Su relación era perfecta y me sentía como en una película, la familia más feliz que existiese.

Mi madre no pudo tener más hijos, así que solo me quedé yo con papá, él trabaja ahora hasta algunos fines de semana, por lo que no lo veo tanto pero cada vez que lo veo me siento feliz, o por lo menos, segura.

-¡Catherine!

Brinco al escuchar ese grito de mi jefa, enseguida volteo a ver la estufa, se está regando todo de la olla, lo deje más tiempo del debido en el calor.

Corro y lo apagó, ella sigue gritando cosas como loca, yo del susto no le entiendo bien.

-Y pon más atención a la siguiente, llevas poco tiempo aquí y estás a prueba- me dice seria mientras camina fuera de la cocina.

-Una disculpa- alcanzó a decir, perfectamente bien me escucha, pero no dice nada.

Entra mi amiga Viviana alarmada, ella es una mesera en este lugar, gracias a ella pude entrar a trabajar, pero la conozco desde los 10 años, poco más de 8 años de amistad nos han hecho inseparables.

-Catty, ten cuidado por favor, me pueden regañar a mí también.

-Perdón, me distraje en tonterías.

-Si te quita de cocinera serías conserje, cosa que haría disminuir tu sueldo a menos de la mitad.

-Ya voy a estar más atenta, lo juro.

-No te preocupes, no estoy enojada pero no quiero que pierdas el trabajo- se pone seria y continua- hablando de eso... Quiero darte un poco de mis propinas.

-No es justo, es tu trabajo.

-Te lo quiero dar y lo vas a aceptar, no es mi sueldo, son las propinas. Mínimo que te ayude a tu transporte a la universidad.

-Si es así te lo pagaré lo antes posible.

-No, a mí con mi sueldo me alcanza. Tómalo por Dios, nada de va a pasar por aceptar ayuda.

-Gracias, te quiero mucho- la abrazo y me pongo a llorar.

-No llores que ahora sí nos van a correr a las dos si nos escucha doña pelos.

-Si escucha que le dices así nos va a correr con más razón.- me empiezo a reír.

-Cambiando de tema, me alegro que el uniforme que te preste de quedé, esos tacones y las medias no deben ser fáciles para lo que haces aquí.

-No, pero es un requisito... Me voy a acostumbrar.

-Veo que hoy no tienes tantas ganas de hablar, ¿Pasó algo con Cody?

-Sí, discutimos más de lo habitual, pero no quiero dejarlo.

-Catty, tú me has dicho muchas veces que no lo amas, ¿Por qué estás con él?

-Porque no sé si realmente no lo amo, o no quiero aceptarlo.

El silencio invade nuestra conversación, hasta que Viviana lo interrumpe.

-Desde que conociste a ese hombre en la fiesta ya no puedes voltear a ver a nadie más.

-Ya lo superé, ya pasó más de un año.

-Pero tú te ilusionaste demasiado, creo que era todo lo que tú admiras en alguien. Dime, ¿A tu novio lo admiras así?

Yo niego con la cabeza y ella continua hablando.

- Ese tipo no te quería, no digo que debas entonces seguir en tu "relación" con ese sujeto, pero olvídalo ya.

-A veces, todavía tengo la esperanza de que regrese, creo que sí él regresará dejaría a Cody de inmediato.

-Él no te busca porque no quiere, es fácil, aún lo tienes en tus contactos, sabe donde estudias, donde vives, simplemente no se le da la gana.

-Sí, lo sé. Pero regresando a mi relación, yo no sé si terminar ya con esto, siento que lo que pasó hoy fue el colmo.

-¿Qué pasó?

-Discutí con él por ocultarme que estaba enfermo de influenza, sabe bien que mi mamá murió y lo único que me queda es papá, pero él es diabético, si enferma le cuesta más trabajo componerse.

Aun así fue a mi casa y no me dijo que estaba enfermo pues una vez ya le dije que no me visitará pues él tenía fiebre.

-Tal vez eres muy paranoica, no porque tú mamá murió, tu padre lo hará pronto.

-Eso lo sé, pero la vez pasada que le prohibí venir a mi casa, su madre lo regaño por ser tan sincero.

-¿Lo dices enserio?

-Sí, y al parecer ya la hizo caso a esa mujer.

-¿Le comentaste eso?

-Claro que sí, pero él me dice que lamenta que lo piense así, que no quería lastimarme o preocuparme. Pero después dijo que solo fue a mi casa porque mi padre le pidió ayuda. No sé tú qué piensas, pero esto sonó a un reproche.

-Catherine, tú debes de sacarlo de tu vida ya, entiendo que desde que tú mamá no está, necesitan ayuda tú y tu padre en casa, pero no por eso vas a estar con alguien que no amas.

-Me siento mala persona, pues él dice que me ama y se quiere casar conmigo, cada vez que lo dice, siento una carga enorme.

-Pues no te vas a casar con él por lástima, aparte ambos son muy jóvenes.

-Lo sé, el habla que al terminar la carrera, aun así... No me veo con el toda la vida.

-Pero con el anciano que conociste lo pensabas, no tienes por qué mentirme.

-No es un anciano, él tenía 34... Pero si lo hacía, era muy inteligente, guapo, limpio, olía muy bien, responsable y con doctorados. Es todo lo que siempre imaginé.

-Y a tu novio no lo ves así.

-Pues me gustan sus ojos, huele bien y me ayuda mucho, nuestro carácter hace que siempre estemos riendo y  muchas veces es tolerante conmigo, jamás me ha gritado ni nada de eso. Pero, hay más.

-¿Qué más?

-Mi vida s****l con él es un asco.