Después de leer eso pensé en montar un escenario en la sala con forma de luna e ir a buscar a mi novia en dónde estuviese; ser romántico y cumplir mis promesas, pero, el otro amor de mi vida me llamó y tuve que ir al hospital a ser romántico con una operación, lo que no me dijeron era que iba a operar a una pequeña niña de doce años, digo pequeña porque era baja de estatura y se veía como de seis. Cuando acabé me reuní en el comedor con unos compañeros, Hernán y Fernando, estábamos todos muy ocupados comiendo pudines y escuchando chistes hasta que uno de ellos se interesó en mi vida personal. —Arturo, ¿tienes familia? —¿Qué clase de pregunta es esa? —Dije y todos en el comedor rieron porque sabían que tenía una familia bastante conocida. —Mujer e hijos, gilipollas. —Ah, sí, mi n