Esposa Ficticia.

¡Lucha de poderes!

Después de vivir ese mal momento con Catalina, me fui al baño a desahogarme, a llorar sin consuelo alguno, me sentía enojada, ¿Como tu familia podría ser la primera en meterte el pies para que te caigas?

En la mansión de Diego.

—Hay algo que no me gusta de la prometida de Diego, no estoy segura de lo que es pero tengo un mal presentimiento sobre ella— Dijo a Francisca, la nana de Diego durante muchos años, ahora es considerada como una más de la familia Stone.

—Estoy de acuerdo con usted, esa niña le falta mucha humildad pero no se preocupe que tarde o temprano demostrara su verdadera cara— Le respondió Francisca mientras llenaba de café dos tazas.

—Ese es mi miedo, que demuestre su verdadera apariencia pero que sea demasiado tarde, no quiero ver a mi hijo sufrir por nada, ni por nadie— Respondió Dania preocupada por su hijo.

Dicen que las madres tiene un sexto sentido con los hijos y que pocas veces se equivocan, ¿será cierto?.

En la empresa de arquitectura de Diego.

—¿Como te fue de compras?— Preguntó Leo, el mejor amigo de Diego y sub director de su empresa.

—¡Más o menos! Fuimos a la tienda donde trabaja la prima de Catalina y no te imaginas… se fueron hasta las cachetadas— Le respondió Diego aturdido por esa situación.

—¡Dos primas cacheteadas por ti! Eso suena muy interesante, jaja.

—Leo no empieces con tus sarcasmos, Catalina dice que esa mujer está enamorada de mi, lo que no entiendo es ¿Por qué la dejó en evidencia delante de mi? Eso si me ha parecido extraño.

—¡Ya olvida el incidente! Dime por favor ¿Cuando es la boda?— Preguntó para variar de tema.

—Tan solo en dos semanas, pronto dejaré la soltería amigo mío, espero que eso sea bueno para mi— Respondió Diego sonriendo.

—¡Así es! Y además tienes a una hermosa mujer a tu lado, es muy deseada por muchos.

—¿Incluso deseada por ti?.

—¿Que dijiste?— Preguntó Leo con seriedad.

—Amigo es broma, se que tú jamás tocarías a una mujer con la que yo esté— Respondió Diego de buen humor.

—¡Eso jamás lo dudes para mi los amigos se respetan y esa es una forma de hacerlo!— Le respondió aún con más seriedad.

Llegada la noche, Paola y yo regresamos a casa, el día había sido muy pesado y complicado para mi y más después de aquella visita inesperada de mi prima con su prometido.

—El día hoy estuvo pesado, esa discusión que tuviste con Catalina fue complicada, además te quitarán una quincena de tu sueldo, eso no me pareció Justo— Dijo Paola mientras abría la nevera y tomaba un poco de jugo de naranja.

—¡Ya lo se! No quiero hablar más de ella por favor, suficiente tuve durante todo el día pensando en ella.

—¡Está bien! Estoy de acuerdo contigo, con solo mencionar su nombre el ambiente se pone tenso— Respondió Paola riendo en burla.

—Voy a descansar temprano, necesito tomar una ducha y dormir y dormir.

—Antes de que te vayas, ¿Podría decirme que ha pasado con Rodrigo?— Preguntó Paola mientras me pellizcaba.

—¡No ha pasado nada! Ya le dije que no me interesaba nada con él en lo absoluto, es muy buena persona pero solo lo quiero como amigo, espero que lo haya entendido.

—¡Que mala eres! Deberías de intentar algo con él, ademas se ve muy bien y es un profesional.

—No importa lo que sea, solo quiero terminar mi carrera de medicina, ser una gran cirujana ortopédica.

—Estoy segura que serás grande, lo bueno es que cuando termines tu carrera si me pasa algo referente a ella no pagaré nada, jaja— Respondió Paola con mucha verdad.

—Ahora me voy a dormir, no quiero estar despierta para cuando Catalina llegue, así que adiós, te veo mañana— Le respondí mientras subía la escalera.

Catalina era una persona llena de envidias, no tenía conocimiento, no había estudiado por lo que determinó que su única arma para sobrevivir en este mundo era su belleza, ella sabía que debía de sacarle provecho.

Su único objetivo era siempre dañar a Isabella, no quería verla triunfar, si ella no lo logró nada tampoco lo haría Isabella, ella sabía el interés que tenía Rodrigo en su prima, el único detalle aquí es que Catalina también estaba enamorada de él por lo que se propuso que este fuera incluso su amante de ser necesario, no perdía tiempo en hacer las cosas que les convenía, así que se adentró a su departamento.

—Buenas noches Rodrigo— Dijo Samantha tan pronto le abrió la puerta.

—Es un gusto verte Catalina, pasa por favor— Le respondió con amabilidad.

—Hace mucho que no te veo por mi casa, ¿Que te ha pasado?— Preguntó mientras tomaba asiento.

—Tu prima me rechazó, así que no he querido volver para que no se sienta incómoda— Respondió mientras preparaba dos copas de vodka.

—Mi prima es una tonta, no se como pudo rechazarte, eres un hombre muy guapo.

—Para ella también lo soy, lo único es que no soy tu tipo de hombre, así que ni modo, me conformaré con verla de lejos— Respondió él mientras le entregaba su copa de vodka y tomaba asiento.

—Puedes también conformarte conmigo, me gustas mucho y me has gustado desde siempre, es momento que empieces a mirar hacia otro lado— Catalina dejó su copa hacia un lado y se subió sobre él.

—¿Que haces Catalina? Tú vas a casarte pronto, ¿Que propones?— Preguntó con una sonrisa.

—Propongo que esta noche nos divirtamos y nos olvidemos de los que están ahí fuera.

—Si es lo que quieres, eso haremos, tú también me gustas, eres una mujer muy hermosa— Respondió mientras se levantaba del mueble con ella sobre él.

Catalina había logrado su objetivo, seducir a un hombre solo y rechazado.