Durante todo el día estuve limpiando y llevando cafés a la oficina de Diego, llegada la hora de salida me fui sin decir nada, honestamente no me sentía con la suficiente fuerza para mirarlo a los ojos.
Mientras esperó un taxi para poder llegar a casa, se me acerca en su vehículo Leo, el mejor amigo de ahora mi futuro esposo.
—Isabella suba, yo la llevaré a su casa— Dijo Leo desde su vehículo.
—No señor muchas gracias, estoy esperando un taxi, seguro debe de estar casi al pasar uno— Respondí con un poco de incomodidad.
—Le digo que suba, tengo algo muy importante que decirle sobre Diego— Insistió una vez más Leo.
—No creo que usted y yo tengamos algo de que hablar, usted es el mejor amigo de Diego, así que pienso que lo que va a decir lo beneficiará él.
—Suba, la llevó a casa y si des
