Corazón a La Deriva

VII

~15 de Febrero de 2012~

Mi amado Scott:

Ayer ocurrió algo que tienes que saber...

Serena, el niño y yo estábamos desayunando en una cafetería cuando un hombre se detuvo frente a nuestra mesa. Era anciano, los años ya habían hecho estragos en él, pero lo reconocí al instante, incluso aunque jamás lo había visto… Era tu viva imagen.

Era tu padre. Se enteró de tu muerte y de algún modo logró encontrarnos. Bueno… me encontró a mí, ver a Serena fue una sorpresa para él.

Al principio Serena estaba recia a hablarle, pero terminó accediendo a cenar con él cuando se lo pidió, y esa noche cuando llegó a casa lloró en mi regazo por horas. Lloré por ella, y también lloré por ti, ustedes tenían heridas muy profundas que los torturaron por mucho tiempo.

Me contó que su padre le pidió perdón por la forma en que la trató y manejó las cosas en el pasado, y me dijo que entre lágrimas le contó que tu madre murió hace tres meses de un infarto.

Esta mañana nos reunimos con él y nos imploró poder conocer a Scott y a mi pequeño Scott cuando naciera, dijo que quería enmendar con sus nietos los errores que cometió con sus hijos.

Me dijo que mi hijo tendría derecho a la herencia que te correspondía a ti, pero yo me negué, porque algo me dice que esa hubiese sido tu respuesta, espero no estar equivocándome.

Serena aceptó ir a visitarlo algún día, no puedo decirte si realmente lo perdonó o si espera hacerlo algún día, solo sé que mientras consolaba su llanto anoche me dijo "No puedo seguir con este rencor en mi pecho por más tiempo" y la comprendí a la perfección.

Y en ese sentido quiero decirte mi amor, estés donde estés espero que tu alma esté libre de rencor y puedas perdonar el daño que te causaron, y que tus heridas hayan sanado, porque no soporto la idea de pensar que incluso en la muerte aún sufres por las heridas del pasado.

Espero que tu espíritu sea libre, y con toda mi alma espero que veles por Serena y su bienestar, ella también te necesita.

Te amo...

Hannah.