IX
357 Words
~24 de Mayo de 2012~
Mi amado Scott:
No había podido escribirte nuevamente. Pero ahora tengo otro motivo por el que agradecerte. Tú, mi hermoso, valiente y guapo rescatista, me has dado el regalo más grande que puede recibir una mujer... Un hijo.
Nuestro pequeño Scott nació hace un mes. Es la cosa más perfecta que he visto en la vida, y es todo nuestro. Su suave cabello es del mismo tono marrón que fue el tuyo y tiene tus ojos cafés, aunque su piel es igual a la mía, es una cosita rara, pero es perfecto.
No puedo describir el sentimiento que atravesó mi pecho cuando escuché su llanto en la sala de parto. O cuando lo tuve en mis brazos por primera vez. No sabía que mi corazón podía latir tan deprisa, o que se podía estar tan asustada y emocionada al mismo tiempo. Jamás pensé que uno podía llegar a amar a alguien con esta intensidad, es un sentimiento indescriptible.
También debo notificarte que tus amigos cumplieron su amenaza e invadieron mi habitación en el hospital, sentí un pánico horrible cuando vi que se pasaban al bebé de brazo en brazo, todos querían sostenerlo, pero fueron muy tiernos con él. Me conmovieron mucho.
Creo que te alegrará saber que nombré a Will y a Serena como sus padrinos ¿Quién mejor que ese par para consentir, mimar y proteger a nuestro pequeño?
Pequeño que no me ha dejado dormir desde que llegó a casa, justo como hacía su p**i cuando venía a visitarme (lo que me espera con este niño si se parecerá a ti)
Te juro otra vez que protegeré a nuestro hermoso bebé hasta con mi último respiro, y sé que tú guiarás siempre sus pasos y me ayudarás a volverlo un hombre de bien, justo como eras tú.
¿Recuerdas ese sexy lunar que tenías a la derecha de tu vientre? Pues nuestro pequeño también lo tiene, solo que en él se ve adorable y no sexy, pero lo será... Algún día lo será.
Gracias nuevamente por dejar una parte de ti conmigo...
Te amo hoy más que nunca.
Hannah.
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