*Della* El señor Cary tomó mi mano durante todo el camino de regreso a casa. Estaba muy preocupado por mí y yo estaba feliz de que así fuera. Después de escuchar esas palabras desalentadoras, sentí que sólo él podía permanecer a mi lado porque yo lo necesitaba, no porque él fuera a obtener algo a cambio. Le estaba muy agradecida por haber acudido a ayudarme cuando más lo necesitaba, pero no estaba segura de cómo mostrarle gratitud a un hombre mayor y rico. "¿Estás bien?" La voz suave y tranquilizadora del señor Cary me sacó de mis pensamientos. Miré hacia arriba y me di cuenta de que ya estábamos en mi casa. Lo miro mientras una débil sonrisa ilumina mi rostro. "Sí." Me di cuenta de que todavía había lágrimas en el fondo de mis ojos, así que las sequé con los dedos. “Está bien, ¿de ac