CAPÍTULO SIETE Scarlet atravesó la amplia plaza de piedra hasta los escalones que conducían a la puerta principal de su escuela. Apretó contra sí su chaqueta delgada de otoño. Habría querido haberse puesto algo más abrigado; sólo unos días antes, se había sentido de 70 grados, pero ahora, se sentía más como de 50. Octubre era un mes muy impredecible, pensó. Sobre todo ahora, que estaba terminando, y faltaban pocos días para Halloween. Hizo una nota mental que cuando regresara a casa, tenía que bajar al sótano y cambiar su vestuario de verano por el de otoño. Scarlet miró sobre su hombro mientras agarraba las puertas delanteras, con la esperanza de que su madre se hubiera ido. Era tan vergonzoso, ella sentada allí, mirándola, como si aún estuviera en segundo grado. Sintió vergüenza al ver