Llegue a Francia con mis hijos , Mi amiga Berenice me fue a buscar al Aeropuerto con Megan y Samantha, fuimos a la mansión Ford , ellas me abrazaron , Samantha y Megan lloraron conmigo , Berenice que había pasado por una situación similar me dijo que no soltara una lágrima más por ese imbecil. Ella tenía razón no vale la pena llorar por quien no lo merece. Samantha me pidió que me quedara en su mansión pero le dije que no , yo tenía unos ahorros que había tenido cuando descubrí que Santiago tenía su amante; cuando me enteré sabía que algún día me iba a dejar así que no pretendía quedarme con su dinero pero si ahorrar todo lo que podía para no quedarme sin nada con mis hijos , aunque me dejo la mansión y mensualmente estaría llegando una manutención para los niños , yo no deseo usar ese d