Leila
La luz me ciega por unos segundos ya que estos idiotas me cubrieron la cabeza con una especie de saco para que no viera el camino
Observó al chico frente a mi sonreirme
-Lamento haber cubierto tu cabeza pero son las reglas- dice tirando el saco a mi lado sin mucho interés
-¿Que es lo que pretendes realmente conmigo?- pregunto pues aunque no estoy segura podría asegurar de que el es Keiran Ivanov por la manera en que se alteró al escuchar a Keyla
-Yo nada.. En realidad no eres mi tipo- dice sentándose a mi lado
-¿No eres Keiran Ivanov?- pregunto directamente
Lo escucho reír ante mi pregunta y yo solo lo miro esperando a que responda
-Es verdad que si nos parecemos pero no soy ese tonto, soy su hermano, Christopher Ivanov- dice extendiendo su mano en mi dirección
Yo la miro por unos segundos antes de Finalmente tomarla y estrechar nuestras manos
-Leila Weis mucho gusto- digo
El sonrie y niega
-No sabia que Gabriel Weis tuviera dos hijas, al principio estuve observando a tu hermana pero honestamente no creí que fuera del agrado de Keiran, si la traía capaz y nos mataba a los dos, ella.. No es una buena moneda de cambio- dice haciendo que sonría
-En realidad a papá no le gusta mostrarme, supongo que es por que no soy como el- digo
-¿Que quieres decir?- pregunta
-Desde que mamá murió solía decirme que yo no era su hija, y por esa razón, las salidas a eventos solo eran ellos tres los que asistian- digo
-Y si no eres su hija, ¿por que te dio como moneda de cambio?- pregunta
Yo lo miro al escucharlo
-Supongo que por la misma razón, por que no lo soy- digo encogiendome de hombros
El chico sonríe y niega
-Christopher- dice una voz gruesa que haría temblar a cualquiera
El chico se levanta rápidamente y se acerca al hombre
-Keiran, por fin regresas- dice el chico
El hombre lo mira y luego desvia su mirada a mi, sus ojos grises me analizan como si pudiera ver hasta lo más profundo de mi ser
-¿Quién es ella?- pregunta con frialdad mientras sigue limpiando la sangre de sus manos
Yo solo lo miro sintiéndome asustada, su sola presencia hace que me sienta intimidada
-Ella.. Es Leila, tu nueva adquisición- dice el
-¿Como que adquisición?, ni que fuera un objeto- digo molesta pero en el segundo siguiente me arrepiento de haber abierto la boca
El hombre se acerca a mi y me toma de las mejillas de manera brusca mientras analiza mi rostro
-Si estas aquí hoy, es por que no eres diferente a las otras- dice muy cerca de mi rostro
Yo intento alejarme pero su agarre es firme
-Yo no soy como las demás, si por mi fuera jamás habría pisado este lugar- digo
Escucho a Christopher reír al escucharme discutir con su hermano
-Ven conmigo- dice agarrando mi brazo y obligandome a caminar
El me lleva por un largo pasillo hasta llegar a una puerta la cual abre y me obliga entrar
Yo observó a mi alrededor dándome cuenta que es un despacho
-Ya que estamos solos niña, ¿dime de parte de quien vienes?- indaga
Yo lo miro sin entender
-¿De parte de quien?, no entiendo tu pregunta- digo
-Claro que la entendiste, aquí todos me deben dinero, y es claro que quien no pueda pagar si tiene hijos los dara como moneda de cambio- dice sonriendo con burla
Yo aprieto mis manos en puños queriendo golpearlo, yo solo quería seguir con mi arte no se en que momento termine en esta situación
-Si quieres cobrarle hazlo, pero yo no me quedaré como tu p**o- digo
Lo veo levantarse de su silla y caminar hacia mi haciendo que retroceda hasta quedar pegada a la puerta
-Muy tarde niña, ahora me perteneces, estas en mi casa y seguirás mis reglas- dice
-Yo no le pertenezco a nadie, y tampoco me quedaré para seguir tus tontas reglas- digo girando con la intención de irme pero el me aprisiona inmovilizandome y evitando que pueda irme
-No me gusta repetir las cosas niña, así que comienza a obedecer de lo contrario no me culpes por ser cruel contigo- dice
Yo me remuevo intentando soltarme pero el simplemente me inmoviliza aun más
-Suéltame- digo
-¿Por que debería?, tu familia me debe mucho dinero, y si estas aquí es para saldar esa deuda- dice
-Que- digo con mi corazón acelerado
El me suelta y abre la puerta haciendo que suspire aliviada, pero el me jala del brazo obligandome a caminar de regreso por donde venimos
Yo busco con la mirada al chico que me trajo quien es el único sensato pero no lo veo, el hombre que sujeta mi brazo me guía hacia las escaleras pero yo me niego a subir, si lo hago sabrá Dios lo que me hará
Lo escucho resoplar y sin más siento como mi cabeza da vueltas y ahora mi vista está en su espalda es claro que el es más alto que yo
-Bajame- le ordenó mientras pataleo y le doy de manazos pero el simplemente me ignora
Cuando finalmente llegamos a lo que creo es una habitación el me suelta haciendo que rebote en la cama
El al ver mi intención de huir me aprisiona en la cama mientras sonríe
-Ahora si, podemos continuar con lo que acabamos de dejar pendiente- dice
-¿Que?- pregunto asustada
Sus labios se pegan a los míos en un beso posesivo, aunque intento alejarme no puedo, no tengo escapatoria aunque lo intente
El muerde mis labios con suavidad mientras los succiona al mismo tiempo y yo solo ruego por que el se detenga
Cuando finalmente libera mis labios respiro agitadamente
-Espero que te acostumbres a esto, por que apartir de hoy, eres mi mujer- dice sosteniendo mi barbilla y mirándome directamente a los ojos
Al ver que no respondo el vuelve a pegar sus labios a los míos haciendo que me asuste nuevamente
-¿Entendiste?- pregunta y yo asiento asustada - Buena niña, ahora descansa- dice dejando un último beso y saliendo de la habitación
Yo suspiro aliviada mientras siento una mezcla de sentimientos en todo mi interior
Miedo, odio, curiosidad pero sobre todo sed de venganza
Solo espero que sus palabras sean solo para asustarme, por que si realmente espera que me convierta en su mujer eso conllevaría tener sexo con el y no estoy segura de que pueda hacerlo
Dios ayudame a salir viva de aquí