CAPÍTULO OCHO Kevin siguió a purísimo Xan mientras el alienígena le guiaba por la torre una vez más. Curiosamente, seguía pensando en Chloe. Sobre todo, se preguntaba cómo había podido sentir algo por ella. Sentir cosas por alguien le parecía una debilidad, una aberración, y le costaba creer haber sido así alguna vez. ―Cuánto más tiempo lleves en la Colmena, más difícil será creer esas tonterías ―dijo purísimo Xan mientras avanzaban por los niveles de la torre―. Los vestigios de una vida anterior son comunes en aquellos que se incorporan a la Colmena, pero se desvanecerán. ―Me alegro de oír eso ―dijo Kevin. Por un segundo se preocupó de que esas memorias de sentimientos lo acompañaran para siempre. Estaba convencido de que los recuerdos de alguien que pronto iba a ser remodelada por el