Flor de luto
Capitulo 1
Narra Roxanne Hilly
Han pasado 13 años desde aquel suceso que cambió mi vida, ya no quiero ni recordar ese momento de mi vida que me ha hecho madurar y también ser quien soy, una mujer rencorosa y fría.
Hace 13 años tuve la desgracia de ser agredida sexualmente, por el amigo y socio de mi padre Will, ¡ese desgraciado! No sé qué pasaba por su mente cuando lo hizo, yo ni siquiera le di indicios de nada, apenas era una niña entrando en mi etapa de adolescencia. ¡pero George me Las pagará! Él cree que por tener todos los millones del mundo puede hacer lo que quiera. Le daré una lección de la cual se arrepentirá toda su vida. Se le acabará su momento de gloria y la corrupción en la que ha vivido.
Destruiré todo el imperio que ha construido, empresas Wriits estará en bancarrota. Definitivamente tengo que pensar muy bien mi estrategia porque sé que no será fácil.
Recuerdo muy bien aquel día…
(Flashback)
-Que bella eres niña, tienes los ojos verdes más bellos que he visto-
me dice, aprovechando el momento que mi padre salió a contestar una llamada, es la primera vez que George viene a la casa, vino a conocer a toda la familia en este día, mi madre se va hacia la habitación un instante a recostarse porque tiene un fuerte dolor de cabeza desde la mañana.
(yo lamento haberme quedado allí, quizás por mi inocencia, no pude imaginarme que alguien podía tener tanta malicia).
Se me acerca con mucho cuidado, volteando hacia donde esta mi padre para ver si viene. Me acaricia y me dice:
-Tienes una piel muy suave-, yo solo pienso que es muy atento y que me ve como a una hija.
-Gracias- le respondo sonriendo inocentemente.
(recuerdo que para ese momento usaba mis frenillos dentales).
Mi padre entra -era del trabajo, George, amigo, disculpa que no te hemos dado la bienvenida que mereces, pero mi esposa está indispuesta y en la empresa se presentó un problema que debo resolver, ¿será que me esperas aquí por una hora? ¡yo lo resuelvo rápido!-.
George de una vez asoma una sonrisa un poco extraña, era como maliciosa, pero al mismo tiempo de indiferencia
-Tranquilo amigo, creo que tu pequeña me puede hacer compañía, ¡Debe tener historias interesantes del colegio!-
Mi padre responde -jajaja, ¿Esta pequeña? Es un poco torpe, la otra vez dejó la mochila en el colegio, tuve que enviar al mayordomo por ella, haciendo que los demás pierdan el tiempo-.
Mi padre desde que tengo memoria no le he importado, he tratado de seguir su ejemplo siempre, buscando las formas de ser exitosa a ver si me toma en cuenta un poco, pero le importa más su empresa y todo lo que tiene.
(Ese día yo tenía un vestido rosa que me compro mi siempre atenta madre, unas zapatillas blancas, recuerdo que ese vestido me agradaba más que el resto porque al verme al espejo, resaltaba mis ojos verdes).
Cuando mi padre se va rápidamente, junto al chofer, George se da vuelta y me pregunta -¿Qué edad tienes? ¡Pareces una jovencita tierna!
-tengo 13 años, aún estoy en la preparatoria, quisiera ser una mujer muy exitosa algún día y trabajar como socia en la empresa de mi padre-.
En lo que termino esa frase, el abre sus ojos con interés y se sienta a mi lado, me dice
-Yo te puedo ayudar con eso, en lo que vayas creciendo, te puedo dar consejos y asesorías de cómo lograr tus objetivos-. -¡Ven, siéntate en mis piernas para darte el primero!-.
Pero yo lo miro con dudas, era extraño que alguien a quien no conocía, me dijera que me sentara en sus piernas. Por mí mente el único pensamiento que pasa es que como es muy amigo de mi papá, y lo ve como a un hermano, posiblemente me ve como una hija, o como a una sobrina. Así que no lo dudo más, me siento en su pierna izquierda, pero él me arrima con sus brazos hacia sus dos piernas.
-Uno de los planes del éxito es enfocarte en tus objetivos sin perder tu atención de ello, proponerte primero ante todo, una lista de tus objetivos y cómo los puedes lograr.-
me comenta George. Esas palabras me dieron confianza en él porque de verdad me estaba dando consejos que sé que puedo lograr.
En lo que va por el segundo consejo, me agarra mi cabello, que como es con ondas, con su dedo índice, empieza a darle formas. -Debes ser dura con quiénes se interponen en tus deseos, porque para lograr lo que deseas, muchos obstáculos se opondrán, pero debes superarlos todos-.
En lo que esto sucede, veo que sus manos grandes estan temblorosas, pienso que puede estar nervioso por algo o enfermo. Y le pregunto si esta bien, cuando veo que su mano derecha acaricia mi pierna y le da un suave apretón.
Cuando intento levantarme porque no me gusta para nada lo que pasa, me agarra fuertemente, me hala hacia él y me da un beso. Cuando logro por fin separarme de su cuerpo un poco me dispongo a gritar, pero por ser mayor que yo, me pone su mano en mis labios para que nadie se entere, ni mi madre que esta en la habitación de arriba.
Siento que me roza por mi trasero su pene, ¡que terrible sensación! ¡no se lo deseo a nadie! Desde este momento me siento profanada, siento que mi inocencia desapareció, que mi pureza se esfuma y entro en un lago muy sucio y obscuro, que al sumergirme me mancho, como si al tratar de salir del abismo y no puedo.
Puedo sentir como su m*****o se va erectando, mientras me sostiene para no gritar, cuando volteo tratando de soltarme, veo sus ojos en blanco disfrutando el momento.
¡que desagradable! Quiero en este momento tener algún tipo de arma en mis manos para asesinarlo. ¿Cómo se le ocurre hacerme esto? Mis fuerzas desmayan de tanto forcejeo.
Su otra mano se mete lentamente por debajo de mi vestido, siento como sus dedos mueven mi ropa interior tratando de llegar a mi v****a, puedo palpar como se me va la vida mientras el goza por mi sufrimiento.
Que sorprendente ver cómo la admiración por una persona se convierte de un momento a otro en odio, en rencor.
Me baja las pantis con brusquedad, e introduce su pene, es un dolor terrible que pasa por mi cuerpo, lloro desconsoladamente, quisiera que todo esto acabara ya.
Percibo el roce del m*****o mientras lo saca y lo mete hasta que suspira de manera orgásmica, saca rápidamente su pene y con un pañuelo en su bolsillo, seca sus flujos íntimos. ¡que asco puedo experimentar! No puedo dejar de llorar.
-Te soltaré, pero si llegas a gritar, o tu madre se entera al igual que tú padre, haré que maten a tu familia, porque tengo mucho poder, le haré lo mismo que te hice a ti a tu madre primero, hasta puedo hacer que quedes en la calle sola y comiendo de la basura, porque el poder lo es todo, tengo a muchos jueces a mis pies, la corrupción puede hacer que lo tengas todo-.
En ese momento me voy corriendo a mi cuarto a llorar y a quitarme toda la suciedad que experimento en mi cuerpo, me meto en la ducha, mientras fluye el agua también mis lágrimas por el asco que percibo. Mientras me aseo con el jabón, me sigo sintiendo sucia. ¡Quiero matarlo! ¡Quiero correr a la otra habitación donde está mi madre y contarle lo ocurrido, pero eso puede empeorar todo. No quisiera que nada le pasara a ella y a mi papá tampoco a pesar de que siempre me hace a un lado por sus negocios.
No pienso salir del baño, quiero sentir que el agua corre por mi cuerpo para quitarme tanta mugre, para estar segura que no tengo en el ni un poco de su ADN, no quiero sentir su olor por mi piel.
Creo que desde pequeña soñamos con la persona ideal para casarnos y entregarlo todo de nosotros, hasta nuestra pureza, pero eso en mi desapareció, lo único que tengo en mi mente es que se arrepentirá de todo el mal que me acaba de hacer.
Al rato se escucha la puerta, y pienso que puede ser papá, que si no fuera por culpa de sus estúpidos intereses y amor por el trabajo, esto no hubiera ocurrido. Salgo del baño y me visto, voy a ver cómo está mi madre porque no quiero que haya sospecha.
Desecho lo que llevo puesto, no quiero nada que me recuerde este doloroso momento, esta lágrima que sale de mi rostro también lo pagará.
Me pondré este vestido n***o, que representa el luto por esta niña que acaba de morir, porque nació una mujer en este cuerpo, estoy de luto por perder lo más preciado, y porque nació el rencor, nació la luz de la maldad y el odio.
Me lleno de valor para que los demás no vean la tristeza que desborda mi alma, al abrir la puerta, desde aquí arriba puedo ver como conversa con papá y se ríe como si nada pasó ¡Que descarado! ¡que se vaya al infierno!
Mi padre nota que estoy arriba y dice -Baja hija, dejaste solo a George, ¡no seas maleducada!, A las visitas no se les deja sola-.
George por otro lado le contesta -déjala, es una pequeña, siempre quieren andar jugando y pendiente de sus cosas-.
Ni siquiera respondo a ninguno de sus comentarios, solo quiero ver cómo esta mi madre, al abrir la puerta, veo que esta dormida, se siente tan mal que el descanso se convirtió en sueño. La amo tanto que haría todo por ella, lo que fuese, es la única que ha estado para mí, por ella he soportado todo el desprecio de mi padre, sé que al igual que a mí, a ella también la ha hecho a un lado, pero haré lo que esté en mis manos para que sea feliz.