[Jia]
Apenas otra nalgada resuena por toda la habitación, mis gemidos reprimidos los acompaña.
Es una deliciosa, pero torturante secuencia... Azote y conteo... Azote y conteo...
Jamás imaginé que me gustaría que un hombre me nalgueara de esta forma tan pervertida, pero es que con Chase solo quiero descubrir más y más sobre el sexo.
Me estuve perdiendo tantas cosas.
—Cinco... —Otro azote hecho con su mano impacta sobre mi piel sensible y rojiza. Tengo que tratar de no gemir tanto o perderé la apuesta— Seis... Siete... Ocho... Nueve...
—¡Ah! —Gimo con fuerza ante ese último golpe y el castaño suelta una carcajada victoriosa.
Estuve tan cerca.
—Diez... Perdiste. —Susurra en voz baja y rasposa. Me hace sentarme encima de sus piernas y luego me besa con desesperación. Cierro los ojos y
