Los latidos, me golpetean sin cesar, mientras sus labios bailan con los míos. Él, muerde, chupa y tira de ellos, provocándome gimoteos, mientras me muevo debajo de su cuerpo caliente. No puedo evitar estar nerviosa, pero mi cuerpo lo desea tanto que, la lubricación de mi sexo, empapa mis muslos en una imagen muy lasciva. Ezra, con sus dedos, separa mis pliegues, para estimular más a mi clítoris palpitante. Nunca había sido tocada de esta manera por un hombre, menos pensé que sería por uno tan ardiente como lo es Ezra, él, destila sexo en sus poros…no se conformará con una acabada, necesitará más. Me separo de sus labios por un gemido, cuando sus dedos, se comienzan a mover con más rapidez en mi coño, humedeciéndolo más ¿Acaso eso es posible? Pienso que quizá, quiere prepararme para su en