Ezra Hamilton Mis latidos están acelerados, mientras observo cómo Ginebra se acomoda el vestido con apresuro, luego de que su hermana me viera estallando dentro de ella. Ginebra, hace ademán de salir corriendo y la detengo, tomándola del brazo para encararla. Tengo muchas ganas acumuladas de volver a tomarla, y es que, cada vez que lo hago, se vuelve más adictivo. ─No te atrevas a ir detrás de ella, no le debes ninguna explicación. Eres mi esposa ─manifiesto, acomodándome el pantalón, aún con mi v***a erecta, teniendo sus océanos clavados en mí. Ginebra, se aparta de mí, pareciendo molesta por mi demanda. ─Ezra, cuándo entenderás…que no seguiré tus ordenes ─declara, girándose sobre sus tacones para desaparecer de mi vista. Suelto un resoplido, peinándome el cabello hacia atrás con mi