—¡Min!— Jong Dae se abalanzó hacia el pequeño y lo abrazó.— Pero mira cómo te ha dejado ese bestia.— él chasqueó la lengua y frunció el ceño.— Si tan sólo hubiera estado allí yo...
—Tú te habrías escondido.— Kyung le sonrió a Min.— Lamento lo que te pasó.
—Gracias por venir, chicos.— él se hizo a un lado para dejarlos ingresar, Min tenía la cara hinchada y el ojo morado, él realmente se veía mal y daba gracias que su madre no estuviese porque o sino, ella se habría alarmado.—Y descuiden, estoy bien.— trató de sonreír pero cualquier movimiento en su rostro le dolía.— Lujan puede hacerme daño físicamente pero... sé que él está dañado emocionalmente, por eso busca lastimar.
Kyung y Jong Dae lo escucharon, Min tenía razón y su actitud frente a la situación les dejó con varias preguntas b
