Capitulo I- Alessandro
Capítulo 1: Un encuentro fatídico
El sol se ocultaba lentamente sobre las pintorescas calles de Sicilia, tiñendo el cielo de tonos dorados y anaranjados. En una de las tantas esquinas de Palermo, Alessandro Campana, un mafioso italiano conocido como "Il Lupo" (El Lobo), se encontraba inmerso en un oscuro pasillo, examinando detenidamente la fotografía de su próximo objetivo. Su rostro, cercano a los cuarenta años, estaba rodeado por una espesa barba negra, que le daba un aspecto intimidante.
Alessandro provenía de una familia de mafiosos que se remontaba a varias generaciones. Desde temprana edad, su camino estaba destinado a cruzarse con el crimen organizado. Sin embargo, había heredado de sus ancestros un sentido exacerbado del honor y la lealtad, lo que hacía que sus métodos fueran inusuales en comparación con los mafiosos tradicionales.
Aquella noche, Alessandro tenía una tarea crucial por delante: eliminar a un rival que amenazaba la paz en la ciudad. Era enemigo de su familia y se había atrevido a desafiar la autoridad de los Campana en el inframundo siciliano. Era momento de restablecer el equilibrio y enviar un mensaje contundente.
Con paso firme y postura segura, Alessandro se encaminó hacia el oscuro callejón donde se encontraba su enemigo. Sus manos se aferraban al arma con la que estaba dispuesto a proteger su honor y su legado.
Sin embargo, en medio de la oscuridad, algo inesperado ocurrió. Un grito agudo y desgarrador resonó en el aire. Un niño, no mayor de diez años, maltratado y asustado, corría hacia Alessandro mientras un grupo de matones lo perseguía con toda su violencia despiadada.
Alessandro detuvo su marcha y, por un instante, su rostro frío y sin piedad se tiñó de compasión. Sin pensarlo dos veces, desenfundó su arma y apuntó a los matones, que parecían sorprendidos por la repentina intervención. Con voz firme y fría, Alessandro les ordenó que se detuvieran y liberaran al niño.
El silencio predominó y, poco a poco, los matones soltaron a su presa. El niño, temblando de miedo, se abrazó a las piernas de Alessandro en busca de protección. En ese momento, Alessandro tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre.
Decidió proteger al indefenso niño y adoptarlo como su propio hijo. Aquella feroz retribución que iba a ejecutar se había disipado, y en su lugar surgía un nuevo propósito: garantizar la seguridad y el futuro de aquel ser inocente.
Desde ese día, Alessandro se convirtió en el guardián de aquel niño huérfano, enseñándole los valores del respeto y la justicia. La violencia aún sería parte de su vida, pero ahora tenía un nuevo propósito y una oportunidad para redimirse de sus errores pasados.
Bajo la cálida luz de la luna, Alessandro juró dedicar su vida a proteger a su nuevo protegido y guiarlo por caminos más justos que aquellos que él mismo había seguido. Sin embargo, era consciente de que su pasado lo perseguiría siempre, y su lucha por la redención no estaría exenta de desafíos y peligros.
Así comenzaba un nuevo capítulo en la vida de Alessandro Campana, el mafioso italiano cuyo destino se había cruzado con el azar y le había brindado una oportunidad para encontrar la redención y la paz.