Todo el camino al trabajo fueron risas y risas, llegaron al estacionamiento, dejaron el auto en su lugar y se subieron al ascensor, cuando se abrieron las puertas y vieron a Mateo comenzó la algarabía en la oficina, lo querían todos, era bien llevado con todos —¡Buenos días mis amores bellos! —Buenos días joven Mateo —¿Cómo a estado joven Mateo? —¡Que guapo señor Mateo! —Gracias amores ustedes siempre ¡amables y lindos conmigo! Hadrien se quedo parado mientras su primo entraba a la oficina —Bien ya que se fue la distracción, ¡Buenos días gente Collins! —Buenos días jefe —Buenos días señor Hadrien Los saludos fueron hasta llegar a su oficina, que fue recibido con un abrazo de Laurita —Buenos días, ¡mi jefe guapetón! —Buenos días, ¡Laurita bella! —¡Jefe guapetón !, v