La profecía: Princesa huérfana (Serie de la profecía Libro 2)

Capítulo 4

Punto de vista de Josh

Por fin llegó ese momento. La graduación de último año era esta noche y papá decidió dejar que Hailey fuera después de todo. Por supuesto, lo hizo. A pesar de que la acosaba por ser estúpida cuando se trataba de la escuela, estaba feliz de que se graduara con calificaciones aprobatorias. Papá podía ser un imbécil todo lo que quisiera, pero eso no cambiaba el hecho de que nos amaba a su manera enferma y retorcida.

Estaba feliz por mi hermana y algo orgulloso. No pensé que ella hubiera pasado todos sus exámenes, pero de alguna manera lo hizo, graduándose con un promedio de calificaciones. No sé dónde salió mal respecto a Hailey y tener inteligencia, pero ella tiene mucha fuerza, lo que lo compensa. Hailey odiaba la escuela y solo iba por razones sociales. Hailey quería ser una luchadora dentro de la manada, y por supuesto, mamá estaba en contra. Decía que las chicas no debían pelear, pero toda la situación con esa chica Kalea nuevamente demostró que mamá estaba equivocada. Hailey estaba destinada a estar en el campo de batalla. Con sus problemas de ira, le quedaba perfecto.

En cuanto a mí, papá finalmente colgará las botas y me entregará el título de Alfa, con o sin una compañera a mi lado. Al cumplir veinte años este verano, papá no puede permitirse no hacerlo. Todos los demás Alfas de la región tienen más o menos mi edad, salvo un par aquí y allá, pero él sabe que pasarlo para que tenga algo en común con los demás Alfas ayudaría con las alianzas en el futuro. Además, papá quiere evitar tratar con los jóvenes, como nos llama.

Mientras espero en mi habitación a la ceremonia de graduación en la escuela, veo que tengo al menos una hora libre antes de que necesite empezar a prepararme. Decidí que sería agradable correr en forma de lobo. Mi lobo ha estado agitado toda la mañana y no he estado corriendo desde hace unos días, ya que he estado ocupado aprendiendo los trucos del oficio de papá la última semana. Me pongo unos pantalones cortos de baloncesto, prescindo de una camisa y bajo las escaleras hacia la salida. Me acerco a la fila de árboles detrás de la casa de la manada y me desnudo antes de convertirme en mi lobo, Fenton. Ahora que me he estado transformando durante unos años, no es tan doloroso como la primera vez. La dislocación de los huesos y el pelaje brotando de mi piel ya no quema tanto como antes, y ahora puedo transformarme en casi un minuto. Una vez que Fenton se presentó por completo, estiró sus patas y clavó sus garras en la hierba y la tierra. Sacudió su pelo suelto como si no hubiera visto el mundo exterior en siglos y trotó junto a los árboles para hacer fluir la sangre en sus piernas.

"Fent, ¿estás listo para hacer algo de ejercicio?"

¡Guau!

Fenton comenzó a ganar velocidad y su trote se convirtió en una carrera a toda velocidad en cuestión de segundos. Mientras corría junto a la línea de árboles, podíamos ver a otros miembros de la manada patrullando o pasando el rato dentro del territorio. Aquellos en forma humana inclinaban la cabeza al pasar y aquellos en forma de lobo aullaban. Fenton respondía con aullidos y seguía corriendo. Mientras pasamos por las viviendas de los Omegas hacia el final del territorio, Fenton se detuvo abruptamente. Derrapó y casi se cae al frenar tan repentinamente.

"¿¡Qué demonios, Fent!?"

"¿Hueles eso?"

"¿Oler qué?"

Tomé las riendas brevemente y olí a través de la gran trompa de Fenton. Ahí fue cuando lo percibí. Algo dulce y eufórico.

"Fenton, ¿qué es eso?"

"No lo sé, pero me gusta."

"Vamos a investigarlo."

Fenton se toma su tiempo mientras sigue su olfato hacia esa maravillosa fragancia, y la sensación que emana es seductora. Finalmente llegamos a una de las últimas casas dentro del territorio, y sé que estas cabañas pertenecen a los Omegas de nivel más bajo dentro de la manada. A medida que nos acercamos a la casa, el aroma se vuelve más potente y, cuanto más nos acercamos, más voces comenzamos a escuchar.

—¡No entiendo! —escucho una voz familiar.

—Cariño, tal vez es demasiado temprano. La mayoría de los lobos no tienen su primera transformación hasta la noche de su decimoctavo cumpleaños —responde una mujer.

—¡Mamá, son casi las seis de la tarde! ¡Ya debería haberme transformado! ¡Ya debería haber escuchado su voz! ¿¡Dónde está mi loba!? —la voz familiar casi llora. ¿Estoy escuchando esto bien? Un m*****o de la manada sin un lobo. Eso es extraño y algo perturbador. Nunca había oído hablar de un hombre lobo que no obtuviera su lobo en su decimoctavo cumpleaños. Por derecho, debería haber obtenido su lobo a medianoche y transformarse por primera vez.

—No te alarmes, Two-Tone, estoy seguro de que es solo una anomalía. Tal vez no está lista o tal vez solo está esperando a la luna esta noche —suena una voz masculina. ¿Qué tipo de apodo es Two-Tone, y dónde lo había escuchado antes?

—¡No te alarmes! ¿¡Qué sucede si la manada se entera!? ¿¡Qué pasa si el Alfa se entera!? ¡No tengo una maldita loba! Ya es bastante malo que toda la manada me odie por ser diferente, pero si descubren que no tengo una loba, tendrán más motivos para acosarme —¿dijo que la acosaban? El único m*****o de la manada que sé que está siendo acosado es... mierda santa.

"¡Fenton, tenemos que irnos ahora mismo!"

"No. El aroma es fuerte. Quiero olerlo mejor."

"Maldición, Fenton. ¡Vámonos! Tenemos que volver para que me prepare para la graduación y la fiesta."

"El aroma es fuerte aquí. Solo un vistazo. Creo que es..."

"¡No lo digas!"

Me impongo y retomo las riendas. Hago retroceder sus patas y nos obligo a regresar a la casa de la manada. Sabía lo que Fenton estaba a punto de decir antes de empujar su conciencia hacia atrás y tomar el control de su cuerpo. Esto no podía estar sucediendo. No hay manera de que la Diosa Luna me castigue de esta manera. Kalea, la marginada anormal, mi... mi... demonios, ni siquiera puedo decir la maldita palabra. No podía negar que era atractiva, incluso con esos ojos de colores extraños. Pero si lo que ella y sus padres estaban discutiendo hace un momento es verdad, y ella no tiene una loba, no hay forma de que pueda aceptarla como mi Luna. Esta manada no puede darse el lujo de tener a una humana como Luna.

"¿Qué estás diciendo?"

"Tengo que rechazarla."

"¡No lo harás! Ella es nuestra..."

"¡No maldito digas eso! ¡Me importa un carajo! Ella no tiene una loba. ¡Es una marginada! ¡Es una Omega! ¡Es débil! Necesitamos una Luna fuerte."

"Podemos hacerla fuerte. El vínculo la hará fuerte."

"No puedo correr ese riesgo. Si tomo a una huérfana sin loba como mi Luna, seremos el hazmerreír de toda la región. No permitiré que nos humillen por su causa."

Fenton resopló y se retiró a los rincones más alejados de mi mente. ¿Me estaba dando el tratamiento silencioso? No tenía tiempo para reflexionar al respecto. Regresé a la casa de la manada y subí inmediatamente al piso de mi habitación. Tenía que hacer un gran daño antes de que el vínculo se apoderara de mi sistema. Sin su loba, dudo que sienta el vínculo. Tenía que sobrevivir a la graduación, la fiesta y el anuncio de esta noche. Luego, la encontraría y la rechazaría. La Diosa Luna cometió un error. No había forma de que aceptara a Kalea de ninguna manera.

Punto de vista de Kalea

No podía creerlo. La Diosa Luna debía estar castigándome o me odiaba por alguna razón. ¿Hice algo horrible en mi vida anterior? No solo mi cumpleaños se convirtió en un completo desastre por culpa de la maldita Hailey, sino que descubrí que no tengo una loba. ¿Qué pasaría cuando el Alfa quisiera que todos corriéramos en forma de lobo después de anunciar a Josh como el nuevo Alfa? Esto me descubriría como una mujer loba sin loba. Es suficiente con que se burlen de mí por ser diferente, pero no tener una loba, sería el hazmerreír de toda la manada, incluso más de lo que ya soy.

—Kalea, no le diremos a nadie, ¿vale? Tal vez simplemente eres un tardío. A veces sucede —dice mi padre.

—¡Fácil para ti decirlo, papá! ¡No eres un marginado como yo! —lloré. Ni siquiera quería ir a la ceremonia de graduación esta noche. Quería quedarme en mi habitación y que el mundo me tragara en un agujero n***o interminable. ¿Podía empeorar mi vida? Sin una loba, ¿podría sentir el vínculo de pareja? ¿Qué estoy diciendo? ¿Por qué importaría siquiera? Sé de hecho que mi compañero no me querría ahora.

—Two-Tone.

—¡DEJA DE LLAMARME ASÍ! —le grité, haciendo que mis padres se estremecieran—. ¡Diosa! ¿Sabes cuánto daño me hace ese apodo, papá? Es un recordatorio constante de lo maldito desastre que soy. Estos ojos, mis ojos, son por lo que toda esta manada me odia. Eso y el hecho de que en realidad soy de esta manada —grito y las lágrimas caen de mis ojos. ¿Por qué mi vida tenía que ser tan difícil? ¿Por qué los destinos tenían que ser tan crueles?

—Kalea, hay una posibilidad de encontrar a tu compañero esta noche —dice mi mamá con cautela.

—¿Mi compañero? —resoplo molesta—. ¿Mi compañero? ¿¡Mamá?! ¿¡Crees que mi compañero me querría!? ¡NO TENGO UNA LOBA!

—¡Baja la voz, Kalea! —gritó mi padre—. Si te preocupa tanto, deja de gritar —lo miro boquiabierta y cruzo los brazos—. Si no te gusta tu apodo, está bien, pero no descargues tu enojo en tu madre ni en mí. Solo estamos tratando de ayudar. Pero si no lo quieres, también está bien. Ahora eres adulta. Puedes hacer lo que quieras con los consejos que estamos intentando darte. Pero no seas una niñita malcriada. Mantendremos esto en secreto por ahora, pero eventualmente tendrás que contarle a Joshua que no tienes una loba. No podrás unirte al régimen de entrenamiento para lobos recién transformados. Te matarían.

—Prefiero eso a vivir esta horrible vida —murmuro.

—Kalea —mi papá suspira exasperado y luego se pellizca el puente de la nariz—, olvidalo. Solo ve a prepararte para la ceremonia.

—Ya no quiero ir.

—¿¡Qué quieres decir con que ya no quieres ir, Kalea!? —mi madre se sorprende.

—No tengo ganas de celebrar nada. Todo este día ha sido una maldita basura —sollozo. Esta resultó ser una gran fiesta de dieciocho años.

—Kalea, eres la mejor estudiante de tu promoción; debes ir —me dice mi padre. Resoplo nuevamente, dándome cuenta de que tiene razón. Subo a mi habitación pisoteando y me obligo a prepararme para la ceremonia. Este día ya era suficientemente largo; ahora parecía que también se convertiría en una larga noche.

La ceremonia salió lo mejor que pudo. Obviamente, durante mi discurso, nadie estaba prestando atención porque a nadie le importaba lo que tenía que decir. No pude evitar sentir que los pelos de mi nuca se erizaban de vez en cuando. Como si alguien me estuviera observando fijamente. Después de mi discurso, el personal pasó por los nombres en orden alfabético y cada uno de nosotros caminó hacia el escenario para recibir nuestros diplomas. Por supuesto, estaba justo delante de Hailey, lo cual fue terriblemente desagradable cuando llamaron mi nombre y hubo silencio en el auditorio, excepto por mis padres y algunos miembros de la manada más amigables, luego cuando llamaron el nombre de Hailey, estallaron los aplausos y felicitaciones atronadoras. Ese fue el evento más doloroso de la noche. Sabía que a la manada no le gustaba, pero que ni siquiera pudieran animarme durante mi graduación fue un golpe al corazón. Qué manada tan horrible. Una vez terminada la ceremonia, todos los miembros de la manada se dirigieron directamente a la casa de la manada para la fiesta que el Alfa y la Luna estaban organizando para la manada. No quería ir, pero como también nombraron a Josh como el nuevo Alfa, la asistencia de los miembros de la manada era obligatoria. Solo quería ir a casa. Para cuando llegué a la casa de la manada, la fiesta estaba en pleno apogeo, y padres y niños comían, bebían y jugaban como si no hubiera un mañana.

Me paseé evitando a todos como si fuera la plaga. Algunos miembros más amigables de la manada me felicitaron por graduarme y elogiaron mi discurso en la ceremonia. Esto fue sorprendente, ya que no pensaba que nadie estuviera escuchando cuando hablaba. Me dirigí a la cocina y agarré una botella de agua. Antes de poder beber siquiera un sorbo, me giraron bruscamente y me estrellaron contra la nevera.

—¿Qué demonios? —me froté la nuca y no me sorprendió ver a Hailey y sus amigas—. ¿Qué quieres, Hailey?

—La escuela ha terminado ahora, perra. Ahora, meterse contigo es un juego justo. Ya no tengo que preocuparme de que el señor Scout me denuncie, ni de que nadie más lo haga —dijo con desdén.

—¿En serio? Es la noche de graduación. ¿No tienes nada mejor que hacer que molestarme?

—Déjame pensar —dice mientras se toca la barbilla—. ¡No! —se ríe maliciosamente, y sus amigas la imitan. Me empuja contra la nevera y se acerca incómodamente—. Kalea, escuché algo emocionante hoy antes de la ceremonia —susurra de manera inquietante—. El rumor de que no tienes… de que... no... tienes... una loba —me tenso ante sus palabras mientras ella retrocede y tiene este brillo malvado en sus ojos. La miro consternada. ¿Cómo lo sabía Hailey?—. Me pregunto qué pensará la manada cuando esta noticia se haga pública —dice, volviendo a tocarse la barbilla. Maldita bruja.

—Hailey, por favor… —empiezo a suplicar. Odiaba suplicar. Nunca suplicaba, pero no podía dejar que esta noticia saliera a la luz. Sería ridiculizada por la manada, o peor aún, podría ser desterrada.

—¿O qué? —me quedo en silencio, sin saber cómo responder—. Kalea, Kalea, Kalea, deberías haber hecho lo que te dije la semana pasada y mentir por mí. Pero no, tenías que ser una maldita chica buena. Mira ahora lo que te ha pasado. Eres lo más bajo de lo bajo. No puedo esperar a que mi padre se entere de esto —sonríe nuevamente y se marcha. Puedo sentir cómo las lágrimas me pinchan en los ojos. No puedo creer que Hailey supiera. ¿Pero cómo? Respiro profundamente y decido que ya es suficiente. Necesito salir de la casa de la manada y tomar aire fresco.

Dejo caer la botella de agua que estaba sosteniendo, sin importarme que haya hecho un desastre enorme. Con la forma en que todos estaban de fiesta, la casa de la manada se convertiría en un desastre de todos modos. Lentamente me dirijo hacia la puerta principal de la casa de la manada, pero antes de que pueda siquiera alcanzar el pomo, oigo un gruñido detrás de mí. ¿Ahora qué? Me doy la vuelta y veo a Josh parado frente a mí. También se acerca incómodamente a mí y lo que me sorprende es que huele mi cabello, y podría jurar que le gusta.

—Qué estás… —estaba a punto de preguntar. Parece que mi voz lo sacó de su ensueño y sacude la cabeza. Gruñe de nuevo y yo me acurruco lo más lejos posible mientras apoyo mi espalda contra la puerta. Se acerca aún más a mí y me mira de arriba abajo. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué ella olía tan bien? ¿Por qué tenía que verse tan bien? Diosa, lo odiaba, pero su proximidad a mí me hacía desearlo al mismo tiempo.

—Kalea, ven conmigo —dice en mi oído con un gruñido bajo. Agarra mi muñeca y me arrastra hacia arriba. Me doy la vuelta y veo que nadie nos está prestando atención. Están demasiado ocupados de fiesta como para darse cuenta de que el futuro Alfa me está llevando a la fuerza hacia arriba. Josh es alto en comparación conmigo, incluso aunque estoy usando tacones. Intento seguirle el ritmo, pero es complicado. Cuando llegamos al último piso y al centro del pasillo, se detiene, me tira con todas sus fuerzas y me balancea hasta que mi espalda golpea una pared desnuda con un golpe seco.

¡Ah! Me retuerzo de dolor. 

—¿¡Qué demonios fue eso!? —le grito. Él cubre mi boca con su mano y me hace callar. ¿Por qué siento cosquilleos donde sus manos me están tocando? ¿Cosquilleos? Espera, oh Diosa, ¿podría ser? Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro y lo miro a los ojos. Pero lo que veo no es felicidad en él. Veo ira, odio y disgusto en su expresión.

—Tsk, tsk, tsk, Kalea, puedo ver la esperanza en tus ojos. Siento decirte que esa esperanza está a punto de morir —dice sadísticamente.

—¿Hmm? —gimo porque su mano sigue cubriendo mi boca.

—Oh, ¿no creíste que te tomaría como mi Luna? ¿Tú? —dice en tono lleno de acidez. Inmediatamente, las lágrimas inundan mis ojos—. Yo, Joshua Harding, futuro Alfa de la manada Silver Moon, te rechazo a ti, Kalea Hall, como mi compañera y Luna.