Capítulo 8

3192 Words
Punto de vista de tercera persona —Ella es mi compañera —Josh finalmente cedió y dijo la verdad. Miró a su mejor amigo, también su Beta, y admitió que Kalea, la chica a la que la manada había atormentado, era su compañera destinada.    —¿¡QUÉ DIABLOS!? ¿CUÁNTO TIEMPO LO HAS SABIDO!? —Harper gritó incrédulo.    —Desde la noche de mi coronación. Fue su cumpleaños número 18 —respondió Josh.    —Espera, espera, espera, un maldito minuto. ¿Entonces qué diablos es Cora? —cuestionó Harper, temeroso de escuchar la respuesta. Josh se congeló al escuchar la pregunta. Después de rechazar a Kalea esa noche, Josh buscó a Cora y tuvo relaciones con ella, sin saber que eso empezaría los interminables días y noches de dolor para Kalea. ¿La razón para buscar a Cora? Necesitaba liberar la frustración por el hecho de que Kalea aceptó su rechazo sin intentar luchar más por su vínculo. Fue muy doloroso para Josh, pero aún más para su lobo, Fenton, quien se había distanciado de su contraparte humana desde esa noche. Josh había estado liderando su manada con la ayuda de su padre durante tres años sin su lobo. Fenton rara vez se mostraba, solo salía para correr en forma de lobo, entrenar o pelear.    Josh decidió tomar a Cora como su Luna elegida, sin saber las repercusiones que seguirían. Aunque Cora aún no había encontrado a su propio compañero destinado, ella le había prometido rechazarlo por Josh. Así que, Josh y Cora mintieron a toda la manada diciendo que eran compañeros destinados y la nombraron como su futura Luna. Sin embargo, aún no habían celebrado su ceremonia de Luna porque Josh no podía encontrarlo dentro de sí mismo para hacerlo. Cora había sido implacable y constantemente cuestionaba por qué su ceremonia no había sido realizada, pero Josh decía que estaba ocupado con asuntos de la manada. Aunque aún no habían tenido su coronación como Luna de la manada, eso no impidió que Josh la marcara y que ella lo marcara a él a cambio. Desafortunadamente, ambos de sus marcas se infectaron gravemente solo unos días después y ninguna de las heridas sanó correctamente. Tomó algunas semanas para que las heridas sanaran, pero se sorprendieron al ver cómo se habían convertido sus marcas. Normalmente, la marca de la compañera de uno es hermosa, única y detallada. La de ellos, sin embargo, era fea, negra y tenía coronas de espinas alrededor con gotas de sangre.    —¡NOMBRASTE LUNA A CORA CUANDO NI SIQUIERA ES LA LUNA LEGÍTIMA!? —gritó Harper a Josh a todo pulmón.    —¿¡Podrías bajar la voz, maldita sea!? —gritó de vuelta Josh. Afortunadamente, eran los únicos dos en la tienda de Josh, o eso pensaban.    —¿Qué tal si sigues hablando? —Josh y Harper voltearon sus cabezas hacia la entrada de la tienda y encontraron al Sr. Scout mirando a Josh con rabia.    —¿Sr. Scout? ¿Qué haces aquí? ¿Y qué diablos estás usando? —preguntó Harper.    —Dije, sigan hablando —respondió con los dientes apretados—. ¿Quién es esa tal Cora de la que hablan?   —Ella es la Luna de nuestra manada —respondió Josh—. ¿Cómo no lo sabías?    —Entonces, ¿rechazaste a tu Luna legítima y tomaste a una elegida? —Josh se sorprendió al enterarse de que el Sr. Scout había escuchado toda su conversación.    —Y qué si lo hice. ¡Kalea no tenía un maldito lobo! ¡Ella es una maldita nadie que fue traída de la calle! ¡Mi manada se habría burlado de mí si la hubiera aceptado como mi compañera y Luna! ¡Estaba pensando en el bien de la manada! —Josh se defendió a sí mismo y a sus acciones.  —¡ESO NO DEBERÍA IMPORTAR! —gruñó Harper a Josh. El estallido de ira de Harper sorprendió a Josh. Harper estaba emanando su furia y Josh no sabía cómo reaccionar. Harper era usualmente del tipo silencioso y enojado. Era generalmente silencioso, a menos que estuviera detrás de puertas cerradas con aquellos con quienes se sentía más cómodo. Harper sabía que algo no estaba bien cuando Josh anunció de repente a Cora como su compañera. Aún más cuando presenció cómo sus marcas no se tomaron como suelen hacerlo. Josh notó que el Sr. Scout aún estaba en el lugar, pero lo que vio hizo hervir su sangre.   —¿De qué te estás riendo!? —gruñó Josh.    —De ti.    —¿Qué?    —Me estoy riendo de ti, ¡idiota impotente!    —¿¡Qué me dijiste!? ¡Conoce tu lugar! ¡Soy el puto Alfa! —gritó Josh.    —¿Y qué? No eres mi Alfa. Tu aura no me afecta. Yo respondo a alguien con mucho más poder y estatus que tú, y ese poder me protege.    —¿Qué?    —Rechazaste el regalo más preciado que la Diosa de la Luna podría haberte otorgado, y ahora, nunca la encontrarás.    —¿Qué quieres decir con que nunca la encontraré? —preguntó Josh.    —¿Dónde está la Luna? —preguntó Harper, genuinamente curioso sobre el paradero de Kalea.    —Aquí estoy —respondió una voz poco acogedora. Todos voltearon sus cabezas para ver a Cora en la entrada de la tienda de Josh.    —¿¡Dónde diablos estabas!? —gruñó Josh al ver que ella estaba completamente ilesa.    —En el búnker, obvio.    —¿Te escondiste en el búnker? ¿En lugar de ayudarnos a luchar contra los renegados? ¡Eres una guerrera entrenada! —le gritó Harper.    —No, soy la Luna de esta manada. Soy la persona más importante en esta manada. No puedo estar luchando y arriesgando mi vida —respondió Cora con egoísmo.    —No eres ninguna Luna. Una verdadera Luna lucha con su gente. Una verdadera Luna lucha para mantenerlos a salvo y alejados del peligro. Incluso si no estuvieras aquí afuera, deberías haber estado ayudando a los ancianos y a los cachorros a llegar a los búnkeres primero —gritó Harper directamente en su rostro mientras la sujetaba del brazo con tanta fuerza que se escuchaba cómo sus huesos se quebraban.    —¡SUELTA ME! ¡ME ESTÁS ROMPIENDO EL BRAZO! —Cora gritó.    —Con gusto —Harper la empujó, haciéndola tambalearse. Luego, volvió su mirada llena de odio hacia Josh, quien no pudo mirarlo a los ojos.   —Vas a pagar por eso, Harper —gritó Cora mientras miraba a Josh, esperando que lo castigara. Josh encontró la mirada de Harper, pero solo vio pura rabia y disgusto dirigidos hacia él y Cora. Sin previo aviso, Harper extendió sus garras y arañó su pecho.    —¿¡HARPER, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO!? —exclamó Josh. El Sr. Scout observaba horrorizado. ¿Qué está haciendo? pensó para sí mismo el Sr. Scout. Josh saltó de la cama y gruñó de dolor. Vio que la herida de Harper era más profunda de lo que pensaba.    —Yo, Harper Calhoun, renuncio a mi lealtad a la manada Silver Moon.    —¿¡Harper, qué diablos!? —gritó Josh.    —Ya no seré más tu Beta, ni serviré al Alfa Joshua Harding. Te renuncio a ti, Joshua Harding, y a ti, Cora Jones, como mi Alfa y Luna por traición —Josh sintió el vínculo entre él y Harper romperse como una rama.    —¿¡Harper, qué demonios!? —preguntó Cora.    —Harper, ¿por qué!?" exclamó Josh con consternación.    —Traicionaste a la manada cuando rechazaste a tu compañera destinada. Al hacerlo, a mí me traicionaste. Sabes mejor que nadie que es el deber de un Beta proteger a la Luna de su manada. Y eso incluye protegerla del Alfa también. Rechazarla no solo fue egoísta e inmaduro, sino que es la razón por la que nuestra manada cayó hoy. Si hubieras aceptado a tu compañera destinada, sabes muy bien que ella habría estado aquí afuera con nosotros luchando hasta la muerte. Como mínimo, ella se hubiera asegurado de que quienes no podían protegerse a sí mismos estuvieran a salvo primero. ¡No huyendo como una maldita perra! —Harper escupió sus últimas palabras directamente a Cora, haciéndola sobresaltarse. —¿Y qué? ¿Prefieres convertirte en renegado y tirar a la basura toda nuestra vida de amistad por una huérfana sin loba!? —cuestionó Josh.    —¡ESA HUÉRFANA SIN LOBA ES LA LUNA LEGÍTIMA DE ESTA MANADA! ¡Y GRACIAS A TI, ¡SE HA IDO! JOSH! —gruñó Harper de una forma que Josh nunca había visto antes.    —¿Huérfana sin loba? —cuestionó Cora—. ¿Te refieres a esa estúpida puta, Kalea!? —preguntó y comenzó a reírse como una hiena—. ¿¡Esa... estúpida... mierda!? —rió aún más, encorvándose y sosteniéndose el estómago—. ¡Ella no es la Luna! ¡Yo lo soy! ¡Josh me eligió a mí! ¡Y si me lo preguntas, eligió correctamente! ¡Mírame! ¡Soy hermosa, soy fuerte, soy inteligente, y la manada me ama!    —La manada no te ama. Te desprecian. Sabrías eso si en realidad hubieras prestado atención al hecho de que nadie se inclina ante ti —siseó Harper.    —Eso cambiará en el momento en que tengamos mi ceremonia —dijo Cora con desdén.    —No puedes tener una ceremonia sin un anciano —se burló Harper.    —¿Qué? —Josh y Cora exclamaron.    —Todos los ancianos de la manada están muertos, incluyendo a tu padre. Tu madre está en coma por la pérdida de su compañero. Eventualmente morirá y, adivina, estarás completamente solo —enfatizó la palabra solo. Josh lo miró, confundido—. Gamma Bullis y toda su familia fueron asesinados. Y desde que me he renunciado a esta manada, no tienes a nadie excepto a esta maldita puta a tu lado. Buena suerte construyendo una manada sin miembros graduados ni ancianos —con eso, Harper salió furioso de la tienda. Pronto lo siguió el Sr. Scout.    —Joven Beta, creo que tú y yo debemos hablar en privado —dijo el Sr. Scout a Harper, alcanzándolo. Harper se detuvo momentáneamente, miró al Sr. Scout y asintió. Josh cayó en la cama, tratando de comprender lo que acababa de pasar. No podía creer que hubiera perdido a su Beta y a su mejor amigo. Y todo por culpa de Kalea, de todas las personas. Cuando Hailey irrumpió en su tienda, Josh se estaba recuperando del shock inicial, intentando entenderlo todo.    —¡JOSH! —suspiró aliviado al ver que ella estaba relativamente ilesa. Pero antes de que él pudiera decirle lo feliz que estaba de que estuviera a salvo, Hailey le dio una bofetada a Cora con tanta fuerza que esta cayó al suelo.    —¡Hails! —exclamó Josh.    —¡TÚ... PERRA EGOÍSTA! —Hailey gritó a todo pulmón directamente a Cora, quien aún se sujetaba la mejilla—. ¡PUDE HABER MUERTO POR TU CULPA!    —Hails, ¿de qué estás hablando? ¿Qué pasó? —le preguntó Josh mientras la sujetaba para evitar que atacara de nuevo a Cora.    —Tu compañera —escupió con tanto veneno en su tono—, casi me mata. Estaba a punto de llegar al búnker del Alfa cuando ella me empujó y cerró con llave —Josh miró a Cora, quien desvió su mirada hacia el suelo—. Un renegado me persiguió y estuve a punto de ser asesinada si Harper no me hubiera salvado.    —¿Harper te salvó? —preguntó Josh sorprendido. Tenía que agradecérselo, pero luego recordó que Harper ya no era su Beta.    —¿Dónde está? Quería agradecerle —dijo Hailey, mirando a su alrededor.    —Se ha ido —escupió Cora y se puso de pie.    —¿Qué quieres decir con que se ha ido?    —¿Quieres decírselo, cariño? ¿O debería hacerlo yo? —preguntó Cora mientras acariciaba el brazo de Josh. Normalmente, Josh aceptaría su contacto, pero de repente lo repugnaba.    —¿Dercirme qué? —preguntó Hailey. Josh se mordió la lengua. No podía reunir el valor para contarle la verdad.    —Se ha ido. Harper renunció a sí mismo a la manada y su lealtad hacia nosotros —dijo Cora con desprecio, cruzándose de brazos. —¿Qué? ¿Por qué? —Hailey no podía creer lo que acababa de escuchar. —Porque se compadeció de esa estúpida puta de Kalea —dijo Cora con rabia. —¿Qué tiene que ver todo esto con ella? —¿Oh, no lo sabes? —¿Saber qué? —Hailey preguntó, mirando entre su hermano y Cora. —Esa perra huérfana aparentemente era la verdadera pareja destinada de tu hermano. Él la rechazó, con razón, si me preguntas, y me eligió a mí como su Luna elegida. Así que, siendo tan buenito como es, Harper decidió ponerse de su lado en lugar de estar con nosotros —afirmó Cora sin emociones. Los ojos de Hailey se abrieron desmesuradamente, incrédulos. —Josh, ¿es verdad? ¿Kalea era tu pareja destinada? —Josh tragó saliva y luego asintió confirmándolo—. ¿Y la rechazaste? —Josh asintió una vez más, y antes de poder comprender nada, Hailey le dio un puñetazo en toda la cara, tomando por sorpresa tanto a él como a Cora—. ¡¿TE HAS VUELTO LOCO?! —¿Por qué estás tan enojada, Hails? También la odiabas —balbuceó Josh, sosteniéndose la mandíbula. Si lo hubiera golpeado un poco más fuerte, le hubiera fracturado la mandíbula. —¡Solo la odiaba porque tú lo hacías, Josh! —¿Qué? ¿De qué estás hablando? ¡Tú la acosabas más que yo! ¡Incluso le pegaste! ¡Y luego intentaste hacer que mintiera por ti! —Josh se defendió, denunciando la mentira de Hailey. —¡Solo lo hice porque así pensé que tú querías! ¡Tú la acosabas más que toda la puta manada junta! —Josh apretó los labios porque sabía en lo más profundo que era cierto. Había sido el mayor tormento de Kalea—. Si hay algo que admitiré, es que no fui amable con ella. Fui una perra con ella. Pero cuando admiras a tu hermano mayor porque es el futuro Alfa de tu manada, lo sigues a él. Seguí tu ejemplo y ahora, me arrepiento de ello. No puedo creer que hayas rechazado a tu compañera dada por la diosa. —¿De verdad la habrías aceptado? —Josh preguntó incrédulo ante la reacción de Hailey ante todo esto. —No de inmediato. Pero me gustaría pensar que eventualmente lo habría hecho —Josh parpadeó rápidamente, sorprendido por su respuesta. —¡Tienes que estar bromeando! ¡ESTOY PARADA JUSTO AQUÍ! —Cora gritó. —¡CÁLLATE DE UNA VEZ, MALDITA IMPOSTORA! —Hailey rugió de nuevo y miró a Josh una vez más. —¿Por qué? —Josh preguntó. —¿Por qué, qué? —¿Por qué crees que la habrías aceptado? —preguntó de manera más clara. —Porque, idiota, ella fue elegida para ti por nuestra Diosa Luna. Una compañera es un regalo preciado. Incluso si no tiene sentido, Kalea fue elegida para ti por la Diosa misma y la rechazaste. Rechazaste el regalo de nuestra Diosa para ti. ¿No recuerdas lo que papá nos dijo cuando se trataba de compañeros? No importa quién sea, siempre y cuando nuestras parejas sean las destinadas, es por una buena razón. ¿Por qué crees que papá siempre aguantaba a mamá? Mamá era estúpida y distraída, pero papá la amaba con todo lo que tenía. A veces la insultaba, pero si alguna vez los viste detrás de puertas cerradas, verías cuánto amor sentía por ella. Papá murió esta noche, protegiendo a mamá, que luchaba a su lado. Se mantuvieron a salvo mutuamente hasta que no pudieron más —Josh se quedó sin palabras. No sabía que su padre amaba tanto a su madre—. La habría aceptado porque en el fondo, ella te habría amado como mamá amaba a papá, y habría estado aquí luchando con nosotros. No escondida como una niña asustada. Si hay algo que realmente odiaba de Kalea, era su espíritu de lucha —Hailey suspiró profundamente y levantó la cabeza antes de suspirar de nuevo—. Odio admitirlo, pero Kalea habría sido una jodidamente buena Luna —dio la vuelta para irse, se detuvo y miró a Josh directamente a los ojos—. Lo que sucedió esta noche fue culpa tuya, Josh. Molestaste a la Diosa y ella castigó a nuestra manada —sus palabras lo golpearon como un mazazo. Con esas últimas palabras, Hailey salió de la tienda con pura decepción. Cora resopló molesta. Se alisó el cabello mientras insultaba a Hailey entre dientes, lo suficientemente alto para que Josh lo oyera. Fenton, el lobo de Josh, gruñía en su mente, pero no por la falta de respeto de Harper y Hailey. Estaba gruñendo contra Josh. Una vez más, su lobo se había vuelto en su contra debido a la situación de Kalea. —¿Puedes creerlos? ¡Qué descaro! —Cora siguió divagando sobre la falta de respeto y audacia, pero Josh eventualmente dejó de prestarle atención. Las últimas palabras de Hailey resonaban en su cabeza. Lo que sucedió esta noche fue culpa tuya, Josh. Molestaste a la Diosa y ella castigó a nuestra manada. Mientras tanto, Harper y el Sr. Scout se habían alejado unos cien metros de las tiendas para escapar de miradas y oídos curiosos. —¿De qué querías hablar conmigo, Sr. Scout? —Dado que has renunciado a ti mismo a la manada Silver Moon y de ese inutil Alfa, creo que es justo que conozcas la verdad sobre Kalea. Especialmente si tus lealtades están con ella, necesitaré tu ayuda para encontrarla antes de que sea demasiado tarde. —¿Verdad? ¿Qué verdad? Pensé que todo lo de allá atrás era verdad —dijo Harper confundido, señalando hacia atrás de donde venían—. ¿Qué quieres decir con encontrarla antes de que sea demasiado tarde? —El hecho de que Josh admitiera que Kalea era su pareja destinada era solo la mitad de la verdad. Lo que te estoy a punto de contar no puede ser repetido a nadie. Si alguien se entera, sabré que fuiste tú y no dudaré en matarte si tus acciones ponen en peligro a Kalea —Harper tragó saliva de miedo pero asintió comprensivamente. —Sí, señor. —Lo primero es lo primero. Kalea no está sin loba. —¿¡Qué!? —Kalea tiene una loba, pero todavía está inactiva. —¿Pero por qué? —Es por la línea de sangre de Kalea, que restringe su transformación hasta que cumpla los veintiún años, no los dieciocho. Eso es así para todos los de sangre pura. —Pu… Pura… Sangre… ¿Pura? —Y no cualquier sangre pura... Sangre pura real.
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