Los días pasaban rápido, con cada día me sentía confundido, pues no podía quitarme de la cabeza lo sucedido esa noche, de una manera u otra quería volver a hacerlo pero me detenía, cada noche era una tortura, mi cabeza me decía una cosa y mi corazón otro, mirar su rostro y bajar la mirada lentamente recorriendo cada detalle, cada curva, cada infección qué para mi no había ninguno, un día no pude más y llegue al extremo de meter mi mano bajo su camisa, la palma de mi mano tocaba su suave piel, mi respiración era cortante con jadeos bajos, hasta que toque su pecho suave, tan suave qué abri la boca por la sensación y respire ondo, mi corazón bombea sangre como loco qué mi masculinidad en ese momento se puso duro y greta se empezó a mover y rápido saque mi mano y baje de la cama, solo me quedé