BELTRÁN
Me daba mucha lástima, me recordaba a mi hermana, tenía que hacer algo, sus manitas estaban mal.
-Ya saben que hacer -
-Si, vamos, ya que iremos a ser el trabajo hay que conseguirlo-
Greta nos quedaba viendo sin entender de qué hablamos.
-Tu descansa, termina de comer, nosotros ahorita regresamos - le dijo Esteban sonriéndole.
-¿A dónde van? ,¿ qué van a hacer? - sus lindos ojos se fijaron en nosotros, me dio tanta ternura.
-Iremos a conseguir medicamento para tus manitas, sino se pondrán feas-
-llevenme con ustedes no quiero estar sólita -
Nos quedamos viendonos pero no podíamos llevarla con nosotros, era peligro y sería mala influencia para una niña tan linda como ella.
-Es mejor que te quedes aquí, no tardaremos nada -
agacho su cabeza y solo asentó con un si.
-Esta bien, lo voy a esperar - dijo con cara triste.
-Bien, nos veremos al rato -
Salimos por la ventana donde antes habíamos entrado, nosotros robabamos por orden de la hiena, teníamos qué hacerlo sino, no nos daban de comer, lo que me preocupaba era que muy pronto también a greta mandaría.
Al entrar casi la noche regresamos y fuimos al despacho de la hiena.
-Bien, muestren que traen, espero que sea algo bueno esta vez-
De nuestras bolsas sacamos, relojes, cadenas y billeteras, dejándolas en la mesa de enfrente, una sonrisa de satisfacción salió de Teresa.
-Magnífico, esta vez sí, me sorprendieron, se han ganado su cena de esta noche, vayan con clementina, ella ya sabra -
Nos retiramos sin más, directo con la persona que nos daría nuestra cena, tomamos nuestro plato y fuimos en busca de de greta al comedor pero no estaba, le preguntamos a los demás niños pero ninguno la había visto, hasta que uno de ellos, Kevin nos dijo.
-La hiena la castigó, la encerró en su dormitorio - dijo el niño Kevin con la boca llena.
-¡qué!, ¿por qué? - dijo Esteban.
-Pues la hiena la descubrió comiendo un pan y la acusó de ratera, por eso la encerró sin cenar-
Sin más nos vamos al nuestro dormitorio y a lo lejos escuchábamos unos lloriqueos, cuando abrimos la puerta