Quería levantarme pero un bajón de sangre me hizo qué volviera acostarme ya qué una fina capa de tela era la que cubría mi intimidad para no manchar. Ya no hubo ruido eso me entristeció, mis lágrimas salieron en silencio, no se que hora cuando me dormí, la voz de Beltrán atrás de la puerta y tocando en la mañana me despertó. -Greta, ¿puedo entrar?- La voz de Beltrán era tranquila y de serenidad, no me moví me sentía herida aun por sus palabras. -Me disculpo por cómo te hable, no fue mi intención gritarte de esa manera, yo… Estaba un poco estresado y no controle mis palabras…. Greta - Me dio pena Beltrán, en verdad estaba arrepentido pero como le así para levantarme y que le diría si me sangrando de mi intimidad , de solo pensar me daba vergüenza, mejor esperaría a que me pasara m